La marca bávara lo ha vuelto a hacer. Su nuevo Serie 5 es una de las mejores berlinas del momento, tanto por carga tecnológica como por confort de marcha, y todo ello sin renunciar al toque dinámico que distingue a los de la firma.

Por fuera, la puesta en escena es sensacional. Un envoltorio de lujo, muy moderno, pero conservando cierta imagen ´retro´ e intemporal, que se combina con detalles de marcada personalidad BMW, como la parrilla doble muy estilizada o las atractivas ópticas. Las llantas no bajan de 17 pulgadas y aportan también una vista deportiva. Los 4,94 metros de largo y 1,87 metros de ancho permiten un habitáculo muy amplio incluso en las plazas traseras, donde personas altas pueden viajar sin problemas, y tampoco el maletero defrauda con sus 530 litros de carga.

Pero en lo que destaca el interior del nuevo Serie 5, además de por su comodidad encomiable y una calidad todavía más alta de la esperada, es por la avanzada tecnología a bordo, que suma al ya de por sí logrado puesto de conducción (ergonomía y confort), una vista y un control excelentes. Es cierto que el diseño del salpicadero es muy similar al de las últimas berlinas del fabricante, pero se nota el trabajo realizado que le hace ganar enteros en acabados y calidad, aunque hay que tener en cuenta que ya se partía de un nivel muy alto. En mitad del salpicadero hay una pantalla táctil que puede ser de 8,7 o 10,2 pulgadas para el avanzado sistema de infoentretenimiento, que además de mejorar el acceso a los distintos menús con órdenes vocales, se puede manejar (algunas funciones principales) mediante gestos con la mano (algo útil y que evita distracciones al volante). Otro aspecto a destacar es la posibilidad de elegir el tablero de instrumentos, bien con los clásicos relojes, bien con una gran pantalla de 12,3 pulgadas, que puede cambiar de tonalidad en función del modo de conducción seleccionado. Completan este sofisticado salón unos asientos opcionales con memorias (hay otros de corte deportivo) y un climatizador de hasta cuatro ambientes.

Desde el inicio de la llegada al mercado, el nuevo Serie 5 está disponible (con un precio de partida de 49.400 euros) con dos mecánicas diésel de 190 y 265 CV (versiones 520d y 530d, respectivamente) y otras dos de gasolina de 252 y 340 CV (530i y 540i, respectivamente). En todos los casos, las cajas de cambios son automáticas de ocho relaciones (se mantiene el estupendo cambio de la marca de convertidor de par), y en el 520d de acceso hay en opción una caja manual de seis velocidades. Como no podía ser de otra manera, la fuerza del motor va al tren trasero, pero hay también versiones dotadas de la tracción total xDrive, que, por cierto ya se puede asociar al sistema de ruedas traseras directrices que mejora la maniobrabilidad en ciudad y la estabilidad a altas velocidades. En ese sentido, también se puede pedir con un sistema de barras estabilizadoras activas, que mitiga las oscilaciones de la carrocería en apoyos fuertes y la suspensión activa que modifica su dureza con un cerebro electrónico según el tipo de firme y los modos de conducción.

Es verdad que la frase ´escaparate tecnológico´ con el que adornamos los titulares de algunos modelos puede parecer un tópico muy recurrente, pero, en este caso se puede aplicar con todas las de la ley y sin exagerar. El BMW Serie 5 abruma por soluciones vanguardistas que anticipan algunos aspectos de la conducción del futuro. Nos ha llamado la atención el asistente de guiado autónomo que se sirve de un radar para analizar la carretera y la situación. Puede mantener el coche dentro del carril incluso sin tener pintadas las líneas del suelo y la condición es que el conductor toque el volante cada varios segundos porque si no, el sistema se desconecta por seguridad. También cuenta con una llamativa llave inteligente, como ya vimos en el nuevo Serie 7, que permite sacar el vehículo a distancia de un lugar angosto (siempre con la supervisión del conductor, cerca del coche); el sistema clásico de asistente al aparcamiento ha evolucionado y ahora maneja los todos mandos para estacionar sin que el conductor actúe (sólo debe mantener presionado un botón durante el proceso); otro asistente de conducción en atascos sigue al coche de delante manteniendo la distancia prudencial y deteniéndose si éste lo hace; el reconocimiento de señales, aparte de mostrarlas en el cuadro de mandos, tiene una función opcional que pone el coche a la velocidad máxima de la vía, además anuncia los próximos límites para que el que lo maneja pueda anticiparse a esas condiciones; hay otro asistente de adelantamientos en el que se analizan los ángulos muertos de la parte trasera del vehículo antes de iniciar la maniobra (el coche se mete en el carril de la izquierda por sí solo); otro sistema ayuda al conductor girando con él el volante de la forma más efectiva y calculada para esquivar un obstáculo; en dispositivos de iluminación, la marca alemana no se queda atrás y provee a la nueva berlina de unos faros de Led adaptativos un poco más efectivos que los otros Led que lleva de serie... Hay algunas soluciones más, pero harían falta más páginas para detallar todos los pormenores de los sistemas que puede montar el nuevo Serie 5.

Los precios arrancan en los 49.400 euros del 520d; el otro diésel 530d va desde los 61.900 euros; los gasolina cuestan desde los 56.400 y 67.400 euros, de los 530i y 540i, respectivamente. En poco tiempo se conocerán más versiones.