Esta primavera, la quinta generación del Land Rover Discovery, un modelo que lleva 26 años de vida, estará en los escaparates de la afamada marca de todoterrenos.

Su puesta en escena recuerda a las formas de su hermano pequeño, el Discovery Sport, pero con un interior todavía más espacioso gracias a sus cinco metros de longitud, no en vano puede albergar hasta siete plazas. Como muestra de sus buenas cotas de habitabilidad, cabe decir que en la última fila (la tercera, en opción por unos 1.800 euros) pueden sentarse adultos de hasta 1,90 metros de altura. Además, la bancada central se puede desplazar longitudinalmente 16 centímetros para dejar más espacio detrás. El volumen de carga con cinco asientos supera los 1.200 litros y, por si fuera poco, sin la fila central, el hueco aumenta hasta nada menos que 2.500 litros si aprovechamos toda la capacidad hasta el techo. Con las siete plazas en uso, el hueco se queda en 258 litros.

La apariencia interior destaca por su calidad, presentando un diseño sólido y modernizado que pone el acento en la practicidad (varios huecos para depositar enseres, modularidad de los asientos...). El sistema multimedia cuenta con una pantalla de 10 pulgadas y tiene más posibilidades de conexión con teléfonos inteligentes y acceso a internet.

Desde el inicio de su comercialización, el nuevo Discovery monta tres motores diésel y un gasolina. Los primeros son un 2,0 l. de 180 CV, otro 2,0 l. de 240 CV y un 3,0 l. con 258 CV. Los dos menos potentes son de cuatro cilindros, mientras que el último se configura con seis, al igual que la opción de gasolina que rinde 340 CV provenientes de otro bloque de 3,0 l. Van unidos todos a un cambio automático de ocho relaciones con levas tras el volante y se puede bloquear el diferencial central.

Tan efectivo en tierra como en asfalto, el Discovery esgrime muchas cualidades para el primer ámbito. Para empezar, su altura libre al suelo oscila entre los 28 y los 22 centímetros, dependiendo si monta la suspensión neumática o la ordinaria de muelles. Continúa con el moderno programa de circulación ´off-road´ de la marca, adaptado con más posibilidades para elegir entre varios parámetros del motor, tracción y cambio a situaciones de gravilla, barro, nieve, surcos, rocas, etc. La reductora va de serie en todos los casos excepto en el motor menos potente. Y por cierto, otra solución muy práctica para los 4x4 con el piso alto como en este caso, es un sistema que baja el vehículo al parar el motor para que los ocupantes puedan salir con más comodidad.

Hay cuatro niveles de equipamiento (S, SE, HSE y HSE Luxury), con muchos elementos desde el acceso, como el aviso de salida de carril, el programador de velocidad, la dirección activa variable, el control de descenso de pendientes o las llantas de 19 pulgadas, entre otros.

En diésel, con el motor de 180 CV tiene un precio de partida de 56.150 euros; con el motor de 240 CV va desde los 60.450 euros y con el de 258 CV cuesta desde 65.300 euros. El gasolina de 340 CV vale desde 77.350 euros.