Hacer buenos coches tiene sus frutos. La importante progresión de KIA le ha permitido cerrar el año pasado siendo el quinto fabricante a nivel mundial y la única marca en Europa que ha crecido ocho años seguidos. En España, en 2016 alcanzaron unas ventas de 51.400 unidades (el mejor año de su historia), con una cuota de mercado del 4,6 %. Con estos antecedentes, los responsables de la marca estiman superar este año el 5 % de cuota, llegando hasta los 60.000 vehículos matriculados.

Buena parte de la culpa de estos resultados la están teniendo los renovados Sportage, Optima y Niro (el enorme éxito de éste último les ha pillado por sorpresa). Y la cosa no acaba aquí, porque está a punto de salir al mercado el nuevo Picanto y la súper berlina Stinger de la que ya hemos avanzado algunas pinceladas hace poco en estas páginas.

Una vez presentada la realidad del fabricante, podemos centrarnos en nuestro protagonista de hoy, el Rio, un producto que ha tenido una evolución muy llamativa desde su nacimiento hace 17 años.

Le ha tocado competir en una categoría muy difícil llena de contrincantes europeos muy consolidados (Renault Clio, Volkswagen Polo o Ford Fiesta, entre otros), además, esa cuota total del segmento B (un 22 %, nada menos) se reparte entre nuevos actores que han aparecido en ese tamaño pero con formatos diferentes, como los pequeños ´SUV´ o los ´crossover´ ciudadanos. Un papel en principio difícil para el renovado integrante, aunque su cuarta generación llega cargada de razones para estar arriba en las listas de ventas.

Para empezar su imagen es más vanguardista, al gusto europeo, con un frontal más atractivo y una trasera sólida y bien rematada. El interior es ahora más espacioso gracias al incremento del tamaño, que permite también un maletero 57 litros mayor que el de la edición anterior (un total de 325 litros). El diseño es juvenil y predominan los trazos rectos y sencillos. En mitad del salpicadero hay una pantalla flotante (de serie desde el acabado intermedio) de 7 pulgadas con navegación y conectividad extendida con protocolos iPhone y Android. Los materiales, aunque duros al tacto, dan la sensación de estar bien acabados y, dependiendo de la versión, se puede configurar con algunas molduras en otra tonalidad.

Las opciones motrices pasan de momento por dos variantes de gasolina, un 1,25 l de 84 CV y un 1,0 l. de 100 CV, y dos diésel, el mismo bloque 1,4 l con 77 y 90 CV. Más adelante llegará una alternativa de gasolina procedente del motor de 1,0 litros con 120 CV y asociada al acabado vistoso GT-Line. Las cajas de cambios son todas manuales de cinco o seis relaciones.

Las mejoras en aerodinámica, el ahorro de peso y los buenos motores dan como resultado un rendimiento excelente en materia de consumo.

Así pues, los gasolina homologan un gasto de 4,8 y 4,3 litros para el 1,2 y 1,0, respectivamente y los diésel logran unas medias de 3,5 y 3,7 litros en los de 77 y 90 CV, respectivamente.

Se han previsto tres niveles de equipamiento para nuestro mercado, Concept, Drive y Tech. De serie y desde el acabado de base hay elementos como el sistema de arranque y parada del motor, el asistente de salida en pendientes, el control de presión de neumáticos, el manos libres ´Bluetooth´, el aire acondicionado y el sensor de luces. El nivel Drive añade las llantas de aleación de 15 pulgadas, las luces de día con Led, los antinieblas, el sistema multimedia y navegación con pantalla de 7 pulgadas y cámara de marcha atrás, el climatizador, los elevalunas traseros eléctricos o los sensores de aparcamiento traseros. Por último, el acabado Tech suma a todo lo anterior las llantas de 17 pulgadas, el mantenimiento de carril y la frenada de emergencia asistidos (opcionales en los otros acabados), las lunas tintadas y el cuatro de instrumentos ampliado.

Los precios van desde los 10.909 euros del 1,2 de 84 CV y los 12.484 euros del 1.0 de 100 CV en gasolina; en diésel arrancan en los 13.284 euros del 1.4 de 77 CV y en los 13.784 euros del 1.4 de 90 CV. En abril se servirán las primeras unidades de este nuevo Rio, un producto que apunta alto y viene preparado para plantarle cara a sus difíciles contrincantes.