La filial británica de BMW se encuentra en plena renovación de su gama y, como ya adelantábamos hace unas semanas, le ha tocado el turno en esta ocasión a uno de los formatos más prácticos de MINI: el Countryman.

La segunda generación llega siete años después del nacimiento de la primera con más longitud (20 centímetros, hasta un total de 4,29 metros) y algo más de anchura. También crece su distancia entre ejes, una medida determinante para conseguir un habitáculo más amplio y confortable. A propósito de este aspecto, según los responsables de la marca, el nuevo Countryman promete espacio suficiente para acoger sin problemas a cinco ocupantes. Además, el maletero suma capacidad hasta unos útiles 450 litros. Si hace falta más lugar para transporte, los respaldos traseros se abaten en proporciones 40:20:40 consiguiendo un hueco de 1.390 litros. Y como complemento práctico, los asientos de esta fila se pueden desplazar longitudinalmente 13 centímetros.

Seguimos con el interior para descubrir que se continúa con la esencia de los modelos de la marca, con el gran velocímetro circular presidiendo el salpicadero. Dentro, como hemos ido viendo en los últimos modelos del fabricante, se encuentra la pantalla del sistema multimedia, que dependiendo de la versión, es de 6,5 o de 8,8 pulgadas. Si no lo incluye, de serie aparece una pantalla más pequeña y monocromática con la información más relevante. En opción hay un sistema de sonido con más potencia de la prestigiosa casa Harman Kardon.

La oferta mecánica queda, de momento, constituida por dos variantes de gasóleo (Cooper D con 150 CV y Cooper SD con 190 CV), otras dos de gasolina (Cooper de 136 CV y Cooper S de 192 CV) y, algo inédito en el Countryman, una opción híbrida enchufable (Cooper S E de 224 CV). En todos los casos, menos en éste último que tiene la tracción total permanente ALL4, se puede configurar con tracción al eje delantero o bien con dicho sistema 4x4. Dependiendo de la versión, se montan cajas de cambios manuales de seis relaciones o automáticas de seis o de ocho marchas.

Para esta nueva generación se han previsto varios sistemas destinados a la seguridad, como el avisador de objetos en los ángulos muertos, la frenada automática para evitar una posible colisión, el programador de velocidad activo, el reconocimiento de señales de tráfico, el cambio automático de las luces de carretera a las de cruce, el aparcamiento asistido, los datos reflejados delante del parabrisas o la cámara de visión trasera.

Hay varias opciones interesantes, como el techo panorámico, un paquete de compartimentos que segmenta el maletero y da más posibilidades para amarrar la carga, otro de iluminación ambiental, además de varios elementos a la última, como las ópticas de Led, la apertura y cierre sin manos del portón trasero, las llantas de hasta 19 pulgadas (de serie como mínimo son de 16 pulgadas), una suspensión de dureza variable, y un aditamento curioso, el ´Picnic Bench´, que consiste en un soporte extensible desde el maletero para que dos personas se puedan sentar cómodamente detrás con el coche parado.

Las primeras entregas llegarán a sus propietarios en un par de meses, y los precios van desde los 27.800 euros del Cooper Countryman de gasolina de 136CV y los 30.000 euros del Cooper D Countryman