Derivado del Countryman pero con una estampa de cupé, el MINI Paceman se presenta cuatro centímetros más bajo y ligeramente más largo, con un total de 4,11 metros de longitud. Un tamaño que condiciona ligeramente su interior, como más adelante veremos, y sus reacciones en carretera.

Está disponible con dos motores diésel de 112 y 143 CV (D y SD), y tres de gasolina con 122, 190 y 218 CV (Cooper, Cooper S y John Cooper Works). Las cajas de cambios son manuales de seis marchas de serie, pero en opción las mecánicas se pueden asociar a un cambio automático también de seis relaciones. Como ocurre en el Countryman, la tracción total está disponible en toda la gama en opción, excepto en la versión más prestacional John Cooper Works, que es de serie. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar un Paceman Cooper SD de 143 CV con cambio automático y tracción sencilla 4x2, una opción muy válida por su buena motricidad y ahorro de combustible.

Pese a su perfil diferente, el Paceman presenta la imagen distintiva de la firma británica, pero con un un toque ´SUV´ muy atractivo sin llegar al de su hermano Countryman, que es más campero. La razón está en el diseño de la zaga, que va cayendo hacia atrás para dejar una luneta testimonial (ojo a la visibilidad por el retrovisor interior a través de ella), combinada con un portón alto y muy sólido. La cintura en los flancos, subrayada por una tira cromada, va subiendo hacia la parte posterior y crea un perfil robusto y afilado. Los pilotos están remarcados por un borde cromado también y son muy visibles debido a su gran tamaño. Dentro es más habitable que un MINI normal. Las cuatro plazas son más espaciosas y aparece la consola ´MINI Center Rail´, que cruza el habitáculo en sentido longitudinal y en la que se pueden anclar y guardar enseres pequeños. El maletero ofrece una capacidad de 330 litros, muy parecida a la de un compacto. Además se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos traseros (son independientes). Para finalizar con el interior, señalamos que el puesto de conducción tiene todo a la mano, incluidos los mandos elevalunas, que se sitúan en los paneles de las puertas, más accesibles y prácticos que en los anteriores vehículos de la marca, en los que se encontraban en la consola central. El conductor se sienta algo elevado, con lo que mejoramos la visibilidad hacia delante y los materiales están bien rematados.

En marcha, el motor empuja con fuerza desde pocas vueltas y resulta refinado y moderadamente sediento: homologa una media de 5,7 litros y

unas emisiones de 149 gr de CO2/km. La caja automática casa bien con la mecánica, sabe retener el coche en bajadas y deceleraciones e inserta lo antes posible marchas largas para contener el gasto. Si deseamos más nervio, el botón ´Sport´ de la consola cambia la reacción del motor al acelerador y estira más el cambio entre marchas.

De agarre sobresaliente en cualquier trazado, su bastidor no tiene problemas para digerir la potencia anunciada, y en todo momento la sensación es de aplomo. Quizá es un poco brusco en firmes en mal estado (los neumáticos ´Runflat´ y el tarado de la suspensión duro son la causa), pero no castiga demasiado en viajes largos y ofrece un disfrute sobresaliente en carreteras llenas de curvas.

El MINI Cooper SD Paceman se puede vestir con varios paquetes de dotación que ofrece la marca. Así completamos nuestro Paceman con elementos como el climatizador, el manos libres Bluetooth, los faros de xenón, las llantas de 17 pulgadas, los asientos con tapicería mixta cuero y tela o el sistema de navegación y multimedia con control vocal, entre muchas otras posibilidades.

El precio de partida del MINI Paceman con el motor diésel de 143 CV es de 29.500 euros.