El buen momento que atraviesa Porsche en todos los sentidos se pone, una vez más de manifiesto, con el lanzamiento del nuevo 718 Cayman, con el que completan una gama cada día más variada y atractiva.

Datos como liderar desde 2004 la exigente encuesta de satisfacción de JD Power, o ratios de satisfacción (posesión y mantenimiento) por encima del 90 %, son una muestra de la buena marcha de la compañía. Si hablamos de España, podemos decir que este año Porsche crecerá un 15 % para alcanzar las 2.700 unidades vendidas -cifra que aumentaría sustancialmente si pudiesen disponer de más unidades- y, como ejemplo, baste señalar que las unidades disponibles para nuestro mercado del nuevo Panamera, que llegará el mes próximo a nuestros concesionarios, están prácticamente vendidas, antes de que los clientes puedan ver o probar el coche.

Centrándonos en el 718 Cayman, diremos que se trata de la versión coupé del 718 Boxster, roadster con el que comparte chasis, motorizaciones, etc. Aunque la suma de estas dos variantes apenas supone el 8 % del total de las ventas de Porsche en nuestro mercado, es un modelo importante por su imagen y significado. Por tamaño y relación peso/potencia podríamos decir que estamos ante el modelo más deportivo y efectivo de la marca. Sí, más que el todopoderoso 911, más grande y pesado y, sobre todo, menos equilibrado que este excelente biplaza de motor central que sustituye los motores atmosféricos de 6 cilindros de su antecesor, por los nuevos 4 cilindros bóxer turboalimentados con 300 y 350 CV respectivamente (718 Cayman y 718 Cayman S), acompañados de cajas de cambio manuales de 6 velocidades o automáticas de doble embrague (PDK) de siete.

Más grande, vistoso y atractivo, el nuevo 718 Cayman ofrece un diseño contundente pero tan equilibrado como su comportamiento. El habitáculo es ahora más espacioso -su antecesor resultaba algo agobiante- y su ergonomía y atractivo han mejorado mucho.

Como ya sucediese con los nuevos 911, el paso a los más eficientes motores turbo se salda con nota. Por tacto y sensaciones son tan brillantes como antes, pero estiran más y mejor, suenan de vicio y andan una barbaridad -parece ser que también gastan menos, entre 6,9 y 8,1 litros según motor y cambio-. Todo ello alojado en un chasis que permite explotarlos a conciencia, con unas suspensiones y ayudas electrónicas que nos hacen sentir como auténticos pilotos y con unos frenos impresionantes -si gastamos los 9.000 euros que cuestan los carbocerámicos resultan, además, inagotables-. Solo girar la rueda que hay junto al volante para convertir un comportamiento suave y cómodo para el uso diario, a un deportivo fantástico que, si giramos un poco más la rueda (sport+), será válido incluso en un circuito. Además, basta con pulsar el botón central de esta rueda, para conseguir la máxima prestación posible durante 20 segundos. Tocarlo es€ ponerse de buen humor!

Por último, decir que los 58.140 euros con los que arranca el precio del 718 Cayman -72.040 euros el 718 Cayman S- le sitúan como el nivel de acceso a la marca y, a nuestro juicio, es un precio de lo más justificado.