FRAN FERNÁNDEZ

Comenzamos septiembre con la prueba de unos de los modelos más interesantes que se ponen ahora a la venta en nuestro mercado. El Kia Niro ya nos gustó en la presentación a la prensa antes del verano, pero ahora, gracias a la prueba detallada de una unidad que nos ha prestado Talleres M. Gallego, el nuevo híbrido coreano nos ha encantado.

Por fuera se trata de un vehículo de 4,35 metros de largo con aires de ´crossover´, que se sitúa por debajo en tamaño del Sportage. Como está configurado desde cero como un híbrido, sus elementos internos se distribuyen de la forma más adecuada para permitir un habitáculo muy amplio, teniendo en cuenta su compacidad. Esto revierte también en el espacio de carga porque sus 427 litros le colocan como uno de los más prácticos de su especie. Delante los mandos se orientan hacia el conductor y la instrumentación parece de segmentos superiores, ofreciendo información detallada del funcionamiento de los propulsores, fases de recarga, etc. En el moderno salpicadero hay una pantalla de 7 pulgadas (puede ser de 8 en opción) que gobierna el sistema multimedia con total conectividad con ´smartphones´. Estos además se pueden cargar de forma inalámbrica.

El corazón del nuevo Niro consiste en un propulsor de gasolina de 1,6 litros con 105 CV, que funciona bajo el eficiente ciclo Atkinson, unido a otro eléctrico de 44 CV que se alimenta por un acumulador de 1,6 kWh (este último elemento pesa unos 33 kg y se encuentra bajo los asientos traseros). Pero eso no es todo, porque otro de sus puntos fuertes es la caja de cambios escogida para la ocasión: una de doble embrague de seis relaciones que aumenta enteros la experiencia al volante. Todo el conjunto mecánico se integra bajo el capó, da una potencia conjunta de 141 CV sólo al eje delantero y homologa un gasto medio de entre 3,8 y 4,4 litros por cada 100 km (dependiendo de la monta de neumáticos que lleve). Las emisiones rondan los 88 gr/km de CO2. El bajo consumo se logra, además de por la acertada combinación de mecánicas, por unas soluciones muy avanzadas en las que el vehículo conoce previamente la orografía del terreno (gracias al GPS) y adapta la entrega de potencia, sugiriendo al conductor el nivel de aceleración para aprovechar las inercias dentro de una ruta marcada en el navegador. Además escoge el mejor momento para recargar las baterías. También la baja aerodinámica (0,29 Cx) ayuda a moderar el gasto de gasolina. Las prestaciones no están nada mal para un híbrido, pues logra una punta de velocidad de 165 km/h y tarda poco más de 11 segundos en conseguir los 100 km/h desde parado.

Al volante, el Niro es, ante todo, sencillo de conducir, se mueve de manera silenciosa (incluso cuando funciona el motor de gasolina) y es realmente cómodo. Arrancamos en modo eléctrico y un calculador decide, teniendo en cuenta varios parámetros, qué propulsor usar o cuándo trabajan juntos. En modo eléctrico podremos hacer algunos kilómetros en total silencio y sin gastar una gota de combustible, siempre que las baterías estén cargadas (esto se produce en fases de retención, más adelante llegará una versión enchufable). El cambio de doble embrague es francamente satisfactorio, igual que la dirección, que tiene un tacto exquisito propio de vehículos ´premium´. En nuestras pruebas no hemos conseguido los registros de consumo oficiales, pero rondar los seis litros por cada 100 km nos parece acertado para un ´SUV´ de estas características cuyo sistema cinemático supone peso (1.500 kg).

El nuevo Kia Niro tampoco ha descuidado los elementos de dotación, y puede sumar la advertencia por cambio involuntario de carril, la detección de objetos en los ángulos muertos, el aviso de tráfico posterior cruzado o la frenada de emergencia en ciudad.

Ya se puede ver y probar en las instalaciones de Talleres M. Gallego, en la zona de Espinardo (Murcia) y su gama de precios parte desde los 19.985 euros.