Los ´pick-up´ están inmersos en una revolución que los aleja de la imagen de vehículos espartanos y toscos al volante. Un buen ejemplo de esto es el nuevo Mitsubishi L200, que en su quinta entrega es mucho más confortable, eficiente y completo.

Muy valorado entre los de su clase, se puede adquirir en nuestro mercado desde hace unos meses, tanto con la práctica versión de cabina doble como la de cabina sencilla ´Club Cab´. El espacio de carga en el primero de ellos ofrece una longitud de 1,52 metros y alrededor de 1,47 metros de ancho. La Club Cab lógicamente aumenta el largo del vano de carga hasta los 1,85 metros manteniendo la misma anchura. Como en más fabricantes, la marca pone a disposición una cubierta de material plástico para tapar lo transportado.

En cuanto a las nuevas cadenas cinemáticas, el L200 monta dos avanzados motores diésel de cuatro cilindros, que cubican 2,4 litros, en rangos de 154 y 181 CV. Elaborados con bloques de aluminio, tienen un sistema de admisión muy ajustado para mejorar la eficiencia y las prestaciones. También las emisiones se han controlado al proyectar su funcionamiento con una compresión no muy alta, así no hacen falta piezas muy pesadas y se aligera el motor. El menos potente va asociado a un cambio manual de seis relaciones (también de nuevo cuño) y el más poderoso se acopla a una caja automática de cinco velocidades. Ésta última se puede manejar desde el volante e incluso dispone de un programa deportivo. Homologa una media de 7,2 litros de diésel y es precisamente éste, el más potente, el que hemos tenido la oportunidad de probar.

Las posibilidades fuera del asfalto son uno de los puntos fuertes del nuevo modelo; a su altura de 205 mm. hay que añadir la tracción total que, en el caso de nuestra variante de 181 CV es más completa, proviene del Montero, y se denomina ´Super Select 4WD II´. Cuenta con diferencial central para poder usar las cuatro ruedas motrices en cualquier momento y además es bloqueable para salvar una situación complicada. La reductora es de serie. El resultado supera nuestras expectativas al ser muy capaz en terrenos abruptos, y muy usable porque se puede pasar de tracción trasera a total hasta una velocidad de 100 km/h. Para bloquear el diferencial o meter la reductora es preciso parar el vehículo.

En carretera se comporta como un buen todoterreno, esto es, cómodo y rutero. Guarda cierta dinámica gracias a que la carrocería no balancea en exceso. El motor es incansable y sus vibraciones y ruido llegan filtrados a un habitáculo que, por cierto, es muy espacioso para cinco en esta configuración de doble cabina.

Existen tres líneas para el nuevo Mitsubishi L200, pero en nuestro caso, con la mecánica más potente sólo se puede adquirir asociado al acabado más alto Kaiteki. Eso implica un sinfín de elementos, algunos pocas veces vistos en este tipo de todoterrenos, como los faros de xenón, la alerta por cambio involuntario de carril, la cámara trasera, el climatizador doble, el acceso y arranque sin llave, la estabilización de remolques (una función del control de estabilidad), el asistente al arranque en pendientes, la navegación con pantalla de 7 pulgadas, el cuero en los asientos y las llantas de 17 pulgadas, ente muchos otros.

El precio del Mitsubishi L200 de 181 CV es de 36.395 euros contando con un suculento descuento que hace la marca de 4.000 euros.