El sustituto del MINI Cabrio, modelo vigente desde 2011, llegará a nuestro mercado durante el primer trimestre del año próximo, con 10 cm. más de longitud y 4,4 cm. más de anchura, hasta un total de 3,82 metros de largo y 1,73 metros de ancho. Salvo el tamaño, que consigue un interior más amplio y confortable, la estética apenas acusa cambios y mantiene esa apariencia tan valorada por los entusiastas de la marca, al igual que el tacto de conducción característico.

En ese sentido, la nueva familia del MINI cabrio adopta los últimos propulsores de la filial de BMW, con bloques de gasolina de 136 y 192 CV (Cooper Cabrio y Cooper S cabrio) y uno diésel de 116 CV (Cooper D Cabrio). Las cajas de cambios son manuales de seis velocidades y en opción hay una caja automática del mismo número de marchas. Más adelante llegarán más mecánicas a la gama.

Otro detalle interesante es que la capota eléctrica tiene una apertura en dos fases, una que descubre sólo las cabezas de los ocupantes y otra en la que se pliega totalmente. Este último proceso se completa en 18 segundos y se puede hacer en marcha hasta una velocidad de 30 km/h. Con el techo guardado en el maletero, la capacidad se queda en unos 160 litros (215 litros con el techo puesto). Como es habitual en este tipo de vehículos, hay unos arcos de seguridad que protegen a los ocupantes en caso de vuelco detrás de las plazas traseras.