Recién aterrizado en los concesionarios de la marca, el nuevo Mitsubishi Outlander 2016 aparece con interesantes cambios que le hacen mantener su vigencia, sin renunciar a un nivel de precios francamente competitivo. Nosotros hemos contado con una unidad de pruebas que nos ha cedido gentilmente Nauti-Car, concesionario oficial de Mitsubishi en la Carretera de Alicante de la capital murciana.

En el exterior, el Outlander gana en presencia gracias a un frontal con unos cromados de aire vanguardista que, junto a los acabados negro piano del paragolpes y las ópticas rediseñadas (que incluyen las luces de Led de marcha diurna que pueden contar con esta tecnología para todas las funciones), crean un nuevo código de diseño en la marca llamado ´Dynamic Shield´.

En la zaga las ópticas también son de Led y se prolongan hacia el centro para aumentar la sensación de anchura. El paragolpes está más integrado en el conjunto con un labio inferior acabado en plata que se repite en la parte delantera. Dentro el Outlander aumenta su calidad percibida con nuevos recubrimientos, cambian los asientos, el volante y algunos detalles del salpicadero. Además la insonorización se ha trabajado más con materiales fonoabsorventes y un acristalamiento de mayor grosor. Por lo demás, el Outlander sigue siendo un vehículo muy amplio en todas sus plazas, cómodo para largos viajes y con la ventaja de sus versiones de siete plazas. El maletero puede tener hasta 519 litros de capacidad en las versiones de siete asientos y tracción total (550 litros en el modelo de base con tracción sencilla y cinco plazas), ampliables hasta los 1.625 litros abatiendo la fila central y la trasera. Con siete ocupantes el volumen se queda en unos 150 litros.

La gama mecánica está formada por el bloque de 2,2 litros diésel de 150 CV y la variante híbrida (PHEV) de una potencia conjunta de 203 CV, que estará disponible pronto. En el primer caso hay versiones de tracción total y sencilla. En esta última opción se ha puesto especial énfasis en el modelo renovado porque la demanda de este tipo de vehículos con tracción 4x2 va creciendo. Por eso la marca configura el Outlander 200 DI-D 2WD de acceso con la posibilidad de cinco o siete asientos (29.400 y 30.400 euros, respectivamente) y muy completo de equipamiento con el acabado Motion: idéntico estéticamente a las variantes 4WD, ofrece ya de serie el sistema de navegación con gráficos optimizados e intuitivos, sintonizador DAB (radio digital), luces de día con Led y retrovisor interior fotosensible, además de las llantas de 18", el clima doble, el sistema de arranque y parada del motor, el acceso y puesta en marcha por botón, la cámara de visión trasera, el manos libres ´Bluetooth´, el programador de velocidad o los sensores de lluvia y luces.

Las versiones 4WD Motion (desde 33.900 euros) añaden a ese listado las ópticas de Led para todas las funciones (carretera y cruce). La versión tope de gama Kaiteki (39.300 euros) mantiene el elevado listado de dotación que ya estaba disponible, como el control de velocidad adaptativo, el cuero en los asientos, el equipo de sonido mejorado, el techo solar o los sistemas de seguridad de alerta por salida de carril y el de anticolisión frontal. Como complemento a la conducción en la opción 4WD, hay un cambio automático de seis relaciones con levas tras el volante para un manejo manual por un sobreprecio de 1.500 euros (posibilidad en el Motion y de serie en el Kaiteki).

El nuevo Outlander ha mejorado claramente en diseño, comodidad de marcha y dotación desde abajo. Además, como decíamos al principio, el coste es tan interesante que pocos competidores pueden hacer frente a esta relación precio-producto.