El Alfa Romeo Giulietta es un compacto de 4,35 metros de longitud que se vende únicamente con carrocería de cinco puertas. La oferta mecánica comprende motores de gasolina con 105, 120, 150, 170 y 240 CV (los cuatro primeros son bloques de 1.4 litros; el más potente es de 1.7 litros, versión ´Quadrifoglio Verde´), tres diésel de 105, 150 y 175 CV (el primero es un 1,6 litros y los siguientes salen de un 2.0 litros), más una variante que puede funcionar con GLP (gas licuado de petróleo) basada en el gasolina de 120 CV.

Las cajas de cambios son manuales de seis marchas para los gasolina de 105, 120, 150 y 170 CV y diésel de 105 y 150 CV. En opción hay un cambio automático de doble embrague, de también seis relaciones, para el 1.4 l. de 170 CV, que es la única opción en el Quadrifoglio Verde de 240 CV y en el gasóleo de 175 CV. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la versión especial Sprint, que conmemora la aparición a mediados de la década de los cincuenta del Giulietta Sprint, uno de los vehículos más deseados de su época, con el motor diésel de dos litros de 150 CV (28.900 euros). Esta edición se combina también con todas las mecánicas de la familia excepto con las gasolina de 105, 120 y 240 CV.

Las virtudes de este nivel de equipamiento son muchas, porque de serie incluye elementos como el climatizador doble, asientos, salpicadero e instrumentación específicos, volante deportivo con mandos, sensores de lluvia y luces, retrovisores eléctricos, sistema multimedia ´Uconnect´ con pantalla táctil, de 5 pulgadas y estética exterior con faldones y llantas de 17 pulgadas.

Todos estos aditamentos visuales y de dotación visten un coche que ya de por sí es muy atractivo. El formato incluye un interior espacioso y un maletero de 350 litros. Los materiales empleados se encuentran en la zona alta de la media generalista, con plásticos de tacto blando y un acabado general refinado y agradable. El interesante conjunto se completa con el corazón del vehículo, el motor de dos litros diésel de 150 CV que va asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones. En marcha aisla bien a los ocupantes del exterior, y eso que el planteamiento de las suspensiones tira a lo firme. El propulsor sobresale por sus reacciones, baja rumorosidad y un consumo realmente parco que sorprende con sus 4 litros por cada 100 km.

El Alfa Romeo Giulietta nos ha gustado por su tacto directo tan especial que distingue a los vehículos del fabricante italiano. Además, en este caso concreto, el conjunto es más atrayente por su estética diferenciada y el mayor listado de elementos. Por prestaciones y gasto, el diésel de 150 CV es una de las opciones más equilibradas de la gama.