Siempre innovando, la marca japonesa evoluciona y renueva varios detalles de su exitoso ASX para que siga estando arriba en su competido segmento. Esta vez la principal novedad es la sustitución del motor de acceso de gasóleo, que hasta ahora consistía en un bloque de 1,8 l. de cilindrada y 116 CV, por un nuevo motor de 1,6 litros con 114 CV. La caja de cambios asociada es manual de seis relaciones, dejando el cambio automático como única posibilidad para el motor más prestacional diésel 220 DI-D que rinde 150 CV. La otra versión de gasolina es la 160 MPI de 117 CV. La tracción total viene de serie en la variante de gasóleo más potente y está en opción en el 160 DI-D. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar precisamente el modelo ASX con el nuevo motor de 1,6 litros diésel de 114 CV, en una versión intermedia (más adelante veremos los acabados), que como suele ser habitual, nos cedió amablemente para la ocasión Nauti- Car, concesionario oficial de Mitsubishi para la región, situado en la Carretera de Alicante.

Actualizado el pasado año en cuanto a dotación y gama, el Mitsubishi ASX es un ´SUV´ atractivo por su diseño diferenciado y polivalente. Sus medidas (4,29 metros de longitud y 1,77 metros de ancho) le permiten pisar con soltura la ciudad, al tiempo que ofrece espacio y comodidad en un viaje largo. El maletero no está nada mal por sus 416 litros de carga, con la ventaja de que sus formas interiores son regulares y, por lo tanto, aprovechables. También tiene un doble fondo para objetos más pequeños. El interior está guarnecido por plásticos sólidos y bien tratados, y presenta un diseño agraciado y funcional (hay varios huecos para meter objetos de distintos tamaños). El último cambio introdujo detalles más refinados, al tiempo que mejoró el equipamiento a bordo. Así, el salpicadero está presidido por una pantalla multifunción que aparece de serie desde el acabado intermedio, el volante tiene un acabado más vistoso y el resto de mandos conservan la configuración inicial,por lo que siguen estando muy a la mano.

El motor que anima al 160 DI-D cuenta con un bloque de 1,6 litros de cubicaje, cuatro cilindros con turbocompresor y 114 CV. Su respuesta es viva y llama la atención para su rango de potencia, pues sube con fuerza rondando las 4.000 rpm, más que de sobra para una conducción normal. Una característica de este nuevo propulsor es su bajo consumo, pues homologa unos 4,6 litros por cada 100 km, una cifra que no está mal para un ´SUV´ de 1.500 kg. de peso y de tamaño medio. Otro punto a su favor es el bajo nivel de ruido y vibraciones que llegan al habitáculo, incluso al ralentí, contribuyendo a una conducción más relajada.

En marcha es un coche confortable, pisa bien y la carrocería no tiene amplios movimientos pese su mayor altura. La dirección asistida eléctrica es muy suave para facilitar las maniobras a baja velocidad y guía bien al coche.

Como decíamos al principio, el Mitsubishi ASX viene bien equipado de serie. La gama se articula en tres acabados: ´Challenge´, ´Motion´ y ´Kaiteki´. Nuestra unidad de pruebas montaba el nivel intermedio, así que al listado de acceso Challenge (llantas de 16", siete airbags incluyendo uno de rodilla para el conductor, asistente al arranque en pendiente, sensores de lluvia y luces, climatizador, radar de aparcamiento trasero y equipo de audio con mp3), añadimos llantas de 18", sistema de acceso y arranque sin llave, cristales tintados, faros de xenón, un enorme techo panorámico, sistema sonido con pantalla de 6,1" y manos libres ´Bluetooth´, cámara de visión trasera, luces diurnas de Led´s y barras en el techo. El siguiente acabado ´Kaiteki´ suma a todo lo anterior cuero, navegación, equipo de sonido con nueve altavoces y asientos delanteros eléctricos, entre otros.

La gama del Mitsubishi ASX arranca en los 15.600 euros de la variante de gasolina. El ASX 160 DI-D cuesta desde 18.050 euros; la versión Motion probada vale 20.250 euros y, si lo queremos más completo, el acabado Kaiteki vale 22.650 euros.