Seat apuesta con decisión por el GNC (Gas Natural Comprimido) con la inclusión en su gama de dos modelos impulsados por este combustible: el Seat León 1.4 TGI (en carrocería de 5 puertas y en la familiar ST) y el Seat Mii Ecofuel. En un año muy importante como es este 2014 para la marca española, y teniendo a su disposición todo el arsenal tecnológico con el que el Grupo Volkswagen se ha dotado para producir vehículos de bajas emisiones contaminantes (eléctricos, híbridos, híbridos enchufables, etc.) Seat ha apostado por combustibles alternativos como el GNC. Ojo, no hay que confundirse. GNC, como ya queda dicho, significa gas natural comprimido, y no tiene nada que ver con otras siglas parecidas como GLP (Gas Licuado del Petróleo). Asi, la tecnología del gas natural comprimido es una solución realista y más segura que el GLP; también más estable y con mejor rendimiento. Para poner un ejemplo: el GNC es un gas más ligero que el aire, de manera que, en el improbable caso de que se produjese una fuga en el depósito o en el circuito, el gas simplemente asciende en el aire y se disuelve; no como el GLP que, más pesado que el aire, se queda en el suelo o en la parte más baja de cualquier espacio cerrado dando lugar a posibles problemas.

Añádase a todo esto el ventajoso precio del GNC con respecto al gasóleo y -sobre todo- a la gasolina, y tendremos una idea más precisa de las razones que impulsan a Seat a poner en el mercado estos dos modelos. Ah, y hasta ahora no lo habíamos mencionado, pero hay 90 surtidores de GNC en España y perspectivas de que se amplíen con 39 instalaciones más en un futuro próximo (una de esas instalaciones está en Murcia, en la carretera de Era Alta, en Nonduermas).

Seat ha llevado a cabo el desarrollo de los motores adaptados al consumo de GNC en su centro de Martorell (Barcelona). Se trata de un proceso de fabricación en serie y en grandes cantidades y no es, por lo tanto, una adaptación artesanal. Se produce en la cadena de montaje y está adaptado para trabajar con las altas presiones (200 bares) a las que trabaja todo el sistema. Inyectores, tubos, válvulas y sus asientos, todo se ha reforzado para el GNC, al igual que los depósitos, de 12 milímetros de grosor y colocados fuera del habitáculo, bajo el piso del maletero (reducen la capacidad en 49 litros en el caso del Mii, y en 105, si se trata del León) para evitar cualquier tipo de problema. En realidad, los Seat GNC disponen de dos depósitos (y dos indicadores de la reserva de carburante en el cuadro de mandos) y de unas autonomías impensables para un vehículo convencional.

Seat ha elegido dos modelos distintos y dos motores bien diferentes para introducir el GNC en España.

Por una parte, tenemos el Seat Mii Ecofuel, impulsado por un motor de tres cilindros con 999 cm3 que, en la versión GNC rinde 68 CV, con 164 km/h de velocidad punta y una aceleración 0-100 km/h en 16,3 segundos. El consumo medio homologado es de 2,9 kilos de GNC por cada 100 kilómetros. Su autonomía total es de 600 kilómetros sumando los depósitos de GNC (11 kilos) y de gasolina (10 litros).

Por otro lado está el Seat León 1.4 TGI con el motor de 1.4 litros que rinde en la versión GNC 110 CV, con 194 km/h de velocidad punta y una aceleración 0-100 km/h en 10,9 segundos. Su consumo medio homologado es de 3,5 kilos de gas y combinando la autonomía de sus dos depósitos alcanza los 1.360 kilómetros.

Seat insiste mucho en que el rendimiento de sus motores GNC es el mismo que el de los propulsores de gasolina y, sin embargo, las emisiones contaminantes a la atmósfera son un 25% inferiores funcionando con gas natural comprimido que cuando queman gasolina. Especialmente reseñable es la reducción de un 87% en las emisiones de óxidos de nitrógeno en comparación con los motores diésel. En cuanto al coste por kilómetro, baja sensiblemente en parte por el precio del gas natural comprimido, que es inferior al del gasóleo o la gasolina, y en parte también por el mejor rendimiento energético del gas. Así, el costo por kilómetro de un coche con gas natural comprimido es entre un 30% y un 50% menor que el de un diésel, y entre un 50% y un 60% menor que en un coche de gasolina. Un ejemplo práctico: los 600 kilómetros del trayecto entre Barcelona y Madrid pueden recorrerse por apenas 20 euros. De hecho, Seat habla de que con esos mismos 20 euros un automóvil podría hacer 307 kilómetros con un motor de gasolina, 475 kilómetros con un diésel y 577 kilómetros con un motor de GNC.

El fabricante español confía en el potencial del mercado español para los coches GNC. La Unión Europea tiene circulando por sus carreteras ahora mismo 1,8 millones de vehículos de GNC, 4.000 de ellos en España, de las cuales alrededor de un 80% son camiones y autobuses. Seat ya comercializa los modelos propulsados por gas natural en países como Italia, Alemania, Suecia, Austria, Suiza y los Países Bajos, además de en España. Italia es el principal mercado europeo para este combustible.

Seat ofrece el Mii Ecofuel por 12.240 euros, mientras que el León 1.4 TGI se vende por 21.310 euros. Aplicando las promociones y descuentos que ofrece Seat (incluyendo el Plan PIVE) el precio del Mii puede quedarse en 8.780 euros, y el del León en 16.600 euros. Tanto uno como otro modelo se ofrecen en los acabados Reference y Style e incluyen de serie el equipamiento necesario (a falta tan solo del aire acondicionado en el caso del Mii que sí lo incluye en el acabado Style).

Comparaciones

Gastémonos 20 euros en combustible en un automóvil de gasolina, otro diésel y un tercero de GNC: podremos recorrer 307 kilómetros con el primero, 475 con el segundo y 577 con el de gas.

Seguridad

La fabricación de los motores GNC se lleva a cabo en la planta de Seat en Martorell (Barcelona) en la mismísima cadena de montaje, y todos los elementos han sido reforzados para consumir gas.

Impresiones. Independientemente del combustible, Seat ha elegido para su gama GNC dos versiones, digamos, modestas. Por mucho que la marca insiste en la igualdad de prestaciones con los modelos de gasolina, nos dio la sensación de que permiten el mismo uso pero son ligeramente más lentos. No hay en el coche un conmutador que permite optar por gastar GNC o gasolina. Cuando hay gas, se consume gas; cuando no, gasolina, sin más. Por lo demás, hablar del Seat Mii es referirse a uno de los mejores modelos urbanos del mercado, y lo propio cabe decir con respecto al segmento de los compactos en el caso del León. Son, en ambos casos, una inteligente propuesta para combatir la crisis.