El fabricante sueco Volvo ha logrado una bien ganada notoriedad por las transformaciones que toman como punto de partida modelos convencionales de la gama y les añaden un toque ‘campero’. Un buen ejemplo de lo que decimos es la conversión del Volvo V70 en un XC70. El V40 Cross Country (parece que la marca se reserva la denominación XC40 para un todocamino de tamaño compacto) sigue la misma fórmula y toma el compacto de cinco puertas V40 como referencia de origen para añadirle unas nuevas suspensiones que elevan la altura de la carrocería y diversos aditamentos que confieren a la carrocería un carácter diferente y más próximo a un vehículo apto para circular por pistas forestales y caminos. El resultado es que, por un precio extra con respecto al modelo convencional, obtenemos el sugerente resultado de un vehículo que incluso resulta más confortable gracias al recorrido extra que tiene la suspensión y al punto de vista más elevado del que disfrutamos tanto en carretera como en ciudad. El Volvo V40 Cross Country monta toda la variedad de motores tanto diésel como de gasolina ya presente en el V40 básico y solo la versión más potente viene de serie con cuatro ruedas motrices, mientras que el resto se ofrece con tracción delantera. De todas las combinaciones posibles, traemos a estas páginas el V40 Cross Country en la edición especial ‘Ocean Race’ que sólo existe en esta versión con aspecto de todocamino y que únicamente se combina con el motor D3, el diésel de 150 CV que, para la ocasión, se asociaba a un cambio automático de seis velocidades.

El interior del Volvo V40 Cross Country no cambia con respecto al modelo normal. Sí que incorpora variaciones el exterior. Estética aparte, resulta práctica la protección de la parte inferior del frontal y también la configuración del falso difusor trasero. La altura suplementaria que tiene la carrocería (cuatro centímetros) supone que las suspensiones tienen un recorrido extra. La consecuencia directa en carretera es un poco más de balanceo de la carrocería en cambios bruscos de apoyo y, al mismo tiempo, un punto más de confort que el V40 ‘a secas’. Ninguna pérdida radical en cuanto al comportamiento del coche, que sigue siendo seguro y noble, y sí una cierta ganancia en el confort de todos los ocupantes del vehículo. En cuanto a las aptitudes camperas del Cross Country, mejor usarlo únicamente para caminos, ya que, salvo que busquemos la versión más potente de la gama con el motor de 2.5 litros, cinco cilindros y 250 CV, solo contaremos con tracción delantera.

El interior del modelo sueco es suficiente para que cuatro adultos viajen muy cómodamente, mientras que el espacio para el equipaje (335 litros) es simplemente suficiente. En cuanto al equipamiento de serie, esta versión especial Ocean Race incluye climatizador doble, tapicería específica con inserciones de cuero y toda una serie de detalles que aluden a la serie especial. El equipo de seguridad es completo, con un airbag de rodilla además de los habituales que se añade al control electrónico de estabilidad.

En el apartado mecánico, el motor diésel 2.0 de 5 cilindros parece incluso más potente de esos 150 CV oficiales que rinde. En la versión probada venía con a un agradable cambio automático de seis velocidades que la marca denomina Geartronic. Contundente desde regímenes moderados, hemos logrado con el V40 D3 ‘Ocean Race’ consumos medios de alrededor de 6,0 l/100 km, una cifra que no está nada mal, teniendo en cuenta el tipo de coche y el tipo de cambio.

El Volvo V40 Cross Country nos parece, en definitiva, una interesante opción para quienes piden ese ‘algo más’ al automóvil de todos los días. Su precio base es de 30.618 euros (32.708 en el caso del automático), es decir, algo más de 3.000 euros por encima de un V40 convencional. El uso que vayamos a darle y el valor que tenga para nosotros la mayor exclusividad de la versión probada son los elementos claves para elegir esta opción.

Diferencias

El Volvo V40 Cross Country está más elevado con respecto al suelo que el modelo convencional y tiene protecciones específicas para uso fuera de carretera; no obstante, solo la versión más potente lleva tracción total