BMW, en su continuo afán por renovar todos los productos de su gama, inicia con el Serie 2 Active Tourer un nuevo formato. No es la primera vez que la firma bávara se enfrenta al desafío de estar presente en un segmento en el que hasta la fecha no tenía ubicado ningún producto. En su día, cuando presentó el primer X ya causó mucho revuelo. Años más tarde -ahora- uno de cada tres BMW que se vende en el mundo es un X, es decir, un SUV o todocamino. Dentro de esos nuevos formatos bien puede incluirse el X4, un SUV con acento deportivo, o el i8, un ´superdeportivo´ eléctrico. También el Active Tourer es una novedad para BMW, una propuesta que sigue las tendencias del mercado. Téngase en cuenta que el 18% de las ventas en el segmento de los compactos son modelos monovolumen. Dentro de esta categoría, además, hay una escasa presencia de vehículos ´premium´; de hecho, en realidad el BMW Serie 2 Active Tourer solo tiene un competidor: el Clase B de Mercedes. Con otros tipos de coche sucede que las marcas de prestigio acaparan un 15% del total de ventas en cada una de esas categorías. Se comprende así el interés de BMW en estar presente entre los monovolúmenes compactos.

El nuevo BMW Serie 2 Active Tourer tiene el público objetivo claramente definido: familias jóvenes con hijos o bien jubilados o prejubilados con nietos.

Este es el primer BMW que tiene tracción delantera, aunque también es cierto que las necesidades de espacio y de naturaleza práctica que están entre las principales demandas de quienes adquieren este tipo de coches hacían obligatorio un sistema compacto. El Active Tourer es la respuesta de BMW.

Con el Active Tourer, y siguiendo la línea de los últimos lanzamientos de la marca, BMW pone en el mercado uno de los vehículos mejor equipados de serie, en un intento de rebatir el tópico de que los coches alemanes de prestigio no cuentan con una dotación de serie completa.

De todos modos, la marca ha estructurado una serie de paquetes cerrados de equipamiento que facilitan la personalización. Así, por 1.800 euros disponemos del paquete Advantage (en el lanzamiento costará 990 euros); el Sport, por 3.500 euros; 4.900 euros en el caso del paquete Luxury; y hasta 5.400 en el caso del M-Sport. Destacada es su dotación de seguridad que incluye asistente de cambio de carril, control de crucero activo, aviso de colisión, información proyectada en el parabrisas, asistente en atascos, cámara de visión trasera, asistencia de luces de carretera o control de distancia de aparcamiento, entre otros. También monta portón trasero de apertura eléctrica, sensor de lluvia, llamada de emergencia o retrovisores plegables.

En cuanto a lo que ofrece el interior del Active Tourer, destacamos los 468 litros de capacidad de maletero, junto a la banqueta trasera que se desliza longitudinalmente 13 centímetros y que permite optimizar el espacio para la carga o para el mayor confort de los pasajeros. Con los respaldos abatidos (40:20:40) la capacidad se eleva a los 1.510 litros.

Y una curiosidad, dentro de las muchas primicias que la marca alemana pone en escena con este modelo: si los compradores tienen un bebé con menos de un año o hay embarazo de por medio, BMW se compromete a suministrar de forma gratuita todos los sistemas de retención infantil que sean necesarios durante la vida del retoño; esto es, el típico capazo, la sillita y el alzador para cuando el crío haya crecido. Ojo que el regalo supone un importe aproximado, según los cálculos de los responsables de BMW, de unos 1.800 euros.

Otra novedad: el debú de motores de tres cilindros en BMW. No serán los únicos disponibles, puesto que también los habrá de cuatro cilindros, pero todos los BMW Active Tourer se limitarán a esas dos arquitecturas mecánicas.

BMW va a comercializar el Serie 2 Active Tourer, en el momento del lanzamiento, con dos motores de gasolina (218i, con tres cilindros y 136 CV; y 225i, un cuatro cilindros con 231 CV) y un diésel (218d, tricilíndrico de 150 CV). Como todos los nuevos motores de BMW, son sobrealimentados y cuentan con cajas de cambio manuales o automáticas (de 8 velocidades en los cuatro cilindros y en el 218d, y de 6 marchas en el caso de los tricilíndricos menos potentes). A partir de noviembre habrá posibilidad de contar con nuevas motorizaciones (220i, 220d y 216d, que será la variante de inicio de la gama) y tracción total xDrive.

Pese a todas estas novedades, este coche en absoluto renuncia al aire propio de BMW en lo que a comportamiento y dinamismo se refiere.

Por lo que respecta a los precios, el BMW Serie 2 Active Tourer 218i arranca en los 28.500 euros; el 225i se va a los 38.600 euros; y el 218d cuesta 30.300 euros. Cifras todas ellas en las que no se ha descontado el Plan PIVE del que puede beneficiarse toda la gama.