El Parlamento Europeo (PE) celebrará la próxima semana en Estrasburgo (Francia) un debate extraordinario centrado en la crisis abierta tras el rechazo de la Constitución europea en Francia y Holanda.

La conferencia de presidentes de todos los grupos políticos tomó ayer esta decisión, en una reunión celebrada junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, hará una declaración institucional tras el debate, que se celebrará el próximo miércoles. En dicha declaración se expresará la postura del Parlamento Europeo sobre el proceso de ratificación del tratado constitucional, según informaron a Efe fuentes parlamentarias.

Los grupos defienden el camino indicado por los líderes de las tres instituciones comunitarias (Consejo, Parlamento y Comisión) de continuar con el proceso de ratificaciones, a pesar del revés sufrido en Francia y Holanda.

En la reunión celebrada ayer en la Cámara se puso de manifiesto que "nada de lo que ha pasado era completamente imprevisto, y por lo tanto hay que culminar el proceso de ratificaciones del tratado, pero al mismo tiempo extraer conclusiones de lo que está pasando", añadieron las fuentes.

A la salida de la reunión, la copresidenta de los Verdes europeos, Mónica Frassoni, dijo a Efe que para su grupo, "es evidente que el 'no' a la Constitución europea no es un 'no' real al tratado sino un voto de protesta hacia las políticas internas de los gobiernos de Francia y Holanda".

"Los ciudadanos de ambos países protestan por las políticas neoliberales de sus gobiernos, que están incrementando el desempleo, la inseguridad, y aumentando la inestabilidad en general", según la eurodiputada.

El presidente del Grupo Socialista Europeo, Martin Schulz, declaró que es necesario que "el proceso de ratificación continúe adelante" para respetar a los países que ya han dicho "sí".

El presidente del Grupo Liberal Europeo, Graham Watson, defendió que se recupere la propuesta lanzada en la Convención, de celebrar un referéndum constitucional el mismo día en los 25 Estados miembros para animar a los europeos a pronunciarse sobre un asunto tan relevante.

Seis 'no' matarían el Tratado

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, defendió hoy la necesidad de que continúe el proceso de ratificación de la Constitución y argumentó que, para considerar muerto el Tratado, será necesario que al menos 6 países lo rechacen. "No entiendo por qué no hay que pedir la opinión de los polacos y de todos aquellos que aún no se han pronunciado, porque está muy claro que el propio Tratado dice que es necesario que seis países digan "no" para que se considere que el Tratado está definitivamente muerto", declaró Borrell a la prensa.