l pregonero de la Semana Santa 2005, Rafael Ruiz Manteca, invitó ayer a las cofradías a acoger "espiritualmente" a los inmigrantes, sobre todo "a los que comparten nuestra fe". De esta manera, ayudarían a la Iglesia "a dar respuesta" al fenómeno, añadió.

Ruiz Manteca destacó durante la lectura del pregón, que tuvo lugar en el Teatro Circo, que muchos de los inmigrantes que "llegan a Cartagena desorientados y ansiosos de prosperar" y que, además, comparten la fe católica, "necesitan una acogida espiritual de la misma manera que precisan ayuda material, ésta a cargo de las Administraciones públicas y otras organizaciones". En opinión del pregonero, "la frialdad" en la relación personal de quienes ayudan a los inmigrantes desde las instituciones, "puede ser suplida por nuestras cofradías".

Con esta referencia a la inmigración y al papel que pueden desarrollar las cofradías quiso el pregonero destacar la importante labor social, no sólo catequística, que deben desarrollar. Así, destacó de los Marrajos la asistencia a los mayores en la casa hogar Betania, la recogida navideña de juguetes de los Californios y el trabajo de la Junta de Damas del Resucitado.

También hizo referencia al trabajo a favor de la cultura que se traduce no sólo en la conservación y ampliación del patrimonio pasional, sino en la promoción de grupos de canto y teatro y la edición de libros o revistas, entre otras cosas.

Rafael Ruiz Manteca, que dibujó un preciso cuadro costumbrista de la Semana Santa cartagenera, tuvo palabras de halago para la ciudad. "En honor a la verdad, tengo que decir que en los últimos años mucho se ha ido ganando en este sentido (en la belleza de la ciudad) y en ninguna época del año Cartagena no es, afortunadamente, la ciudad desangelada, mal cuidada y de futuro incierto que hasta hace poco nos preocupaba y nos quitaba el sueño". Destacó asimismo las rutas turísticas "admirablemente diseñadas" por el consorcio Cartagena Puerto de Culturas.

Por su parte, la Nazarena Mayor, Ascensión Pérez, destacó su nombramiento como "uno de los capítulos más importantes de mi vida" y tuvo un emocionado recuerdo para su esposo, Pedro Espinosa, quien fue presidente de la agrupación de San Pedro, "y todas las Semanas Santas que viví a su lado". "Por eso, voy a vivir al máximo mi condición", añadió Ascensión Pérez.