Considera que el Gobierno del presidente Rodríguez Zapatero ha respondido a los compromisos que anunció hace 11 meses?

Rotundamente, sí. Creo que este Gobierno se ha caracterizado en los meses que lleva de gestión por cumplir los compromisos adquiridos con los ciudadanos. Ese ha sido el eje fundamental de nuestra acción de Gobierno, empezamos el primer día retirando las tropas de Irak, que era un compromiso del Gobierno y del propio presidente con los ciudadanos. En este plazo de tiempo hemos adoptado las medidas para desarrollar todos los demás, aprobando en primer lugar la ley contra la violencia de género y un amplio paquete de leyes sociales. La política social es el núcleo central, como lo demuestra el presupuesto del Estado aprobado. Y quiero destacar las dos subidas del salario mínimo, la de las pensiones más bajas y la ampliación del catálogo de derechos de los ciudadanos, como la extensión del matrimonio civil sin distinción de sexo, el divorcio no causal. También hemos actuado en el ámbito del desarrollo sostenible con una alternativa al trasvase del PHN y una nueva cultura del agua, agua para todos, más barata y sin enfrentamientos territoriales, o en la aplicación del protocolo de Kyoto. Y, en fin, poniendo al parlamento, sin retóricas, en el centro de la actividad política o fomentando el diálogo con todas las comunidades y sus presidentes.

¿Hay que entender que la frase "Zapatero, no nos falles" de la noche electoral no ha sido defraudada todavía?

Bueno, eso lo tienen que decidir los ciudadanos que son quienes deben juzgar la acción del Gobierno. Nosotros vamos a tener siempre los oídos muy atentos a cualquier voz de la ciudadanía y creemos que estamos cumpliendo nuestros compromisos. Los ciudadanos lo estén valorando, espero que así sea; por nuestra parte no nos va a faltar el empeño en tratar de hacer las cosas lo mejor posible.

El Gobierno recibió duras críticas sobre la descoordinación entre ministerios en los primeros meses de gestión. ¿Eso ya es agua pasada?

Bueno..., no seré yo quien no asuma las críticas si es que se pudo percibir como una descoordinación lo que yo creo que fue la expresión de la llegada de un Gobierno nuevo, con muchos proyectos y que desde el primer día todos los ministros comparecen en el Congreso para explicar no un poquito sino todos sus proyectos para la legislatura. Es verdad que ello dio lugar a alguna percepción de disfunciones sobre si eran temas que no estaban lo suficientemente debatidos en el propio Gobierno.

¿Su trabajo como coordinadora del Gobierno ha tenido algo que ver para eliminar aquella impresión?

Bien... (ríe), yo intento mejorarme, pero el Gobierno es un equipo. No hay discrepancias, pero hay debate y las cosas se discuten porque se busca lo mejor para la ciudadanía. Las decisiones se toman por unanimidad en el Consejo de Ministros...

...Lo que pretendo es que me defina su papel en este Gobierno. ¿Es fundamental como se asegura?

El trabajo de coordinación es importante, sobre todo cuando se tienen tantos proyectos. Hay que aunar desde todas las perspectivas y desde mi puesto se puede tener una perspectiva más global de las cuestiones. Eso nos permite, entre todos, ir diseñando las prioridades. Es un trabajo y una de las piezas fundamentales, pero además de la coordinación soy también ministra de la Presidencia.

Hay quien opina que el presidente del Gobierno se puso el listón muy alto desde un principio: reforma de la Constitución, relectura del Estado de las autonomías, nuevo estilo de hacer política. ¿Eso puede desembocar en desencanto?

No, no. Efectivamente, nos hemos puesto el listón muy alto, pero es que los ciudadanos se merecen. Lo que hemos de hacer es todo el esfuerzo para utilizar el caudal de confianza que tenemos, que es muy importante y un privilegio, para mejorar la vida de los ciudadanos. Desde mejorar la prestación de servicios y alcanzar la igualdad de oportunidades hasta lograr una mayor cohesión social y un país más solidario, con especial atención a los jóvenes y su formación. Y fíjese en este dato: todos los presidentes autonómicos, todos, han coincidido en una cosa, la oportunidad para la reforma de sus estatutos. No les vamos a defraudar.

El resultado del referéndum ha sido muy positivo, pero con una abstención muy alta. ¿Qué es lo que ha fallado?

Al resultado magnífico nos hubiera gustado unir una participación más alta, es cierto, aunque ha sido un porcentaje similar a las pasadas elecciones europeas y por encima de la media en la UE en este tipo de consultas. También es verdad que hay que insistir ante los ciudadanos en la creciente importancia de los asuntos europeos en nuestra vida cotidiana.

¿Por qué existe polémica en el seno de la comisión parlamentaria del 11-M que incluso alcanza a las víctimas del atentado terrorista?

Desde el inicio ha habido una gran polémica en la comisión de investigación. La posición del Gobierno ha sido, y seguirá siendo siempre, la de colaborar y en ese sentido hemos aportado todo lo que la comisión nos ha pedido. Ahora lo que espero es que haya unas conclusiones en las que lo más importante de todo sea avanzar en la protección de las víctimas y proponer medidas que permitan que todos podamos estar más seguros frente al terrorismo de corte radical islamista.

¿Hay intentos de politizar a las víctimas del terrorismo?

A veces lo parece..., pero yo espero que impere el respeto. Las víctimas van a tener siempre nuestro apoyo, incluso para canalizar su pluralidad. Todas las víctimas, unas y otras, van a tener del Gobierno la protección, el apoyo, el respeto y las facilidades para establecer sus cauces de expresión.

¿Le preocupa lo ocurrido en el Parlament de Cataluña?

Me preocupa que se produzcan situaciones de confrontación entre fuerzas políticas que no son entendidas por los ciudadanos. A veces se da prioridad a situaciones que están lejos de las preocupaciones de los ciudadanos.