La concejalía de Urbanismo ordenó que se demolieran noventa y seis edificios durante el pasado año porque estaban en ruina y suponían un peligro para los ciudadanos.

En concreto, el Ayuntamiento declaró estos edificios en ruina inminente, lo que obligó a sus propietarios a tirarlos en un plazo máximo de seis meses. En los casos en los que los dueños no actuaron, el Ayuntamiento ejecutó la demolición de forma subsidiaria.

La mayoría de estos edificios se encontraban en el centro histórico, fundamentalmente en el entorno del Monte Sacro. Sin embargo, en los últimos años también se han incrementado los expedientes de ruina en barrios y diputaciones debido a que se están ocupando de forma ilegal muchas casas abandonadas y sus propietarios optan por declararlas en ruina y tirarlas para evitar que se produzcan accidentes.

Además de estos expedientes de ruina inmediata, el Ayuntamiento tramitó durante el pasado año otros doscientos expedientes de ruina referidos a edificios con elementos en mal estado, solares que no están vallados y ruinas económicas y técnicas, entre otras cuestiones.

Desde 1990, el Ayuntamiento ha incoado más de tres mil expediente de ruina, en especial referidos a viviendas del casco antiguo. En 1992 se abrieron 212 expedientes, 318 en 1994, 355 en 1996, 272 en 1998, 314 en 1999, 367 en 2000 y 300 en 2004.

Durante los últimos años se ha reducido el número de expedientes tramitados, en especial los referentes a edificios en ruina inminente que deben ser demolidos de forma inmediata, según fuentes municipales.

Campañas

Esto se debe a las numerosas campañas de demolición que el Ayuntamiento ha llevado a cabo en el casco antiguo de la ciudad.

La primera de estas campañas se efectuó en el Molinete y en el entorno del Teatro Romano, donde se derrumbaron decenas de viviendas a mediados de los noventa.

Posteriormente, a principios del año 2000 comenzaron las demoliciones en el barrio universitario. Todas las viviendas afectadas por el plan especial de reforma interior de esta zona, en su mayoría muy antiguas, fueron derribadas. Actualmente se trabaja en la renovación de toda esta zona, donde se están construyendo nuevas viviendas.

Por último, la Sociedad Municipal Casco Antiguo está comprando y tirando las viviendas del Monte Sacro para llevar a cabo la rehabilitación integral de toda esta zona. La campaña continuará durante todo este año, con el fin de que la urbanización del barrio pueda comenzar el próximo año.