La Policía de Indonesia ha informado este jueves de que ha recuperado el control de una cárcel de máxima seguridad de la localidad de Depok, al sur de Yakarta, después de que se registrara un motín en el centro penitenciario, donde habrían muerto cinco guardias de seguridad a manos de presos islamistas tras ser tomados como rehenes.

Las víctimas mortales son cinco miembros de una unidad de contraterrorismo, que habrían sido asesinados "de forma sádica" por varios presos durante los enfrentamientos, según ha explicado la Policía, que ha indicado que un preso ha fallecido y otros cuatro agentes han resultado heridos. Los presos se habrían hecho con las armas de los agentes a los que mataron.

"Hemos minimizado el número de víctimas. La operación ha finalizado a las 7.15 de la mañana (hora local)", ha explicado el comisionado Syafruddin durante una rueda de prensa. "La mayoría de los presos se han rendido y los rehenes han sido soltados", ha añadido en relación con la situación de los rehenes.

Syafruddin ha asegurado que la situación ha sido abordada "con delicadeza" dada las circunstancias a pesar de que varios testigos han afirmado a la agencia de noticias Reuters que escucharon varias explosiones durante la mañana de este jueves.

Este mismo miércoles, al menos seis personas han muerto como consecuencia de los enfrentamientos entre agentes de la Policía y presos islamistas de la cárcel, según informaciones de dos responsables de los servicios de seguridad.

Las autoridades del país han manifestado que el país "necesita estabilidad" y han hecho hincapié en la importancia de no bajar la guardia a la hora de hacer frente a los actos de terrorismo. Las fuerzas de seguridad estiman que unos 155 presos se han visto involucrados en lo que han definido como "un acto de terrorismo en prisión".