El Antonov An-148 de la aerolínea Saratov que se estrelló este domingo cerca de Moscú acababa de despegar rumbo a Orsk, en los Urales, con 71 pasajeros a bordo. La nave se vino abajo en el distrito de Ramensky, al sudeste de Moscú.

Con base en Saratov (Volga), Saratov Airlines utiliza esencialmente aviones Antonov o Yakovlev. Esta compañía, que no ha estado nunca implicada en un accidente mortal desde el fin de la URSS en 1991, tiene como destinos fundamentalmente ciudades de la provincia rusa, así como capitales del Cáucaso.

El An-148 es un avión de pasajeros bimotor con capacidad para entre 68 y 85 pasajeros. Realizó su primer vuelo en 2004. Este aparato de corta distancia tiene una autonomía de vuelo de unos 3.600 kilómetros. Su peso al despegue ronda los 40.000 kilos.

Desde que comenzó a utilizarse, este avión ha tenido al menos cinco incidentes relacionados con el tren de aterrizaje, el sistema eléctrico y el sistema de pilotaje.

Aunque el accidente de este domingo es el primero de un An-148 en un vuelo comercial, en 2011 una nave del mismo tipo se estrelló en un vuelo de prueba en Garbuzovo, cerca de la frontera con Ucrania, tras partirse el fuselaje por exceder su velocidad máxima. Los seis tripulantes que viajavan en el avión perdieron la vida.

Además de Saratov Airlines, emplean aviones Antonov las aerolíneas rusas Angara y Rossiya, la ucraniana Ukraine Air, la norcoreana Air Koryo y Cubana de Aviación.

El último accidente mortal de un avión en territorio ruso se remonta a diciembre de 2016, cuando un aparato militar Tu-154 se estrelló poco después del despegue en Adler (sur), cuando se dirigía a la base aérea rusa de Hmeimim, en Siria. Entre las víctimas figuraban más de 60 miembros de los coros del Ejército Rojo.

En marzo de 2016, un Boeing 737 de Flydubai se estrelló en el aeropuerto de Rostov-sobre-el-Don, causando 62 muertos, cuando intentaba aterrizar en medio de malas condiciones meteorológicas.