El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado tener un "botón nuclear" bajo la mesa que "funciona" y es más "grande" y "potente" que el del líder norcoreano, Kim Jong Un, que insistió durante su tradicional discurso de año nuevo en que Washington nunca podrá iniciar una guerra contra Corea del Norte.

"Kim Jong Un ha dicho que tiene siempre un botón nuclear en su escritorio. ¿Podría alguien de su hambriento y mermado régimen decirle que también tengo un botón, pero que el mío es más grande, potente y que funciona?", ha aseverado el magnate estadounidense a través de su cuenta de Twitter.

Por otra parte, Kim ha hecho hincapié en que Pyongyang posee ahora la capacidad para alcanzar todo el territorio continental estadounidense con sus armas nucleares, motivo por el cual Washington querría evitar un conflicto armado a toda costa.

Corea del Norte ha realizado varios ensayos balísticos --el sexto tuvo lugar el pasado mes de septiembre-- lo que supone un desafío a las advertencias y sanciones impuestas por Naciones Unidas. La comunidad internacional, que ha alertado de la creciente tensión en la zona, teme la situación desemboque en un nuevo conflicto en la península de Corea.

Cortar las ayudas ''millonarias'' a Palestina

Horas después de cargar contra Pakistán y anunciar una revisión de la ayuda, Trump ha extendido también sus críticas a otros actores internacionales. "Por ejemplo, pagamos a los palestinos cientos de millones de dólares cada año y no recibimos ningún aprecio o respeto", ha asegurado en Twitter.

"Ni siquiera quieren negociar el tan esperado tratado de paz con Israel", ha criticado Trump, que precisamente se ha visto envuelto en la polémica al reconocer en diciembre Jerusalén como capital israelí, en contra del criterio de los palestinos y de la gran mayoría de la comunidad internacional, incluida la ONU.

Según Trump, Jerusalén, "la parte más dura de la negociación", está ahora "fuera de la mesa". Los palestinos, sin embargo, "ya no quieren hablar de paz, por lo que por qué deberíamos realizar ningún pago masivo en el futuro", ha añadido el mandatario norteamericano.

Trump no ha detallado las posibles consecuencias de este aviso, pero la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, sugirió poco antes que estaba en duda la contribución norteamericana con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

Haley ha reconocido ante los medios que Estados Unidos estudia recortarlos fondos hasta que la Autoridad Palestina "vuelva a la mesa de negociación".

El reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte de Estados Unidos ha acabado con cualquier expectativa de paz en Oriente Próximo, ya que su estatus se sitúa en el núcleo de la negociación para alcanzar la ansiada solución de dos estados. Los países musulmanes y la mayor parte de la comunidad internacional han criticado el paso dado por Washington.

Los palestinos reclaman Jerusalén Este como capital de un futuro Estado que debería estar construido sobre las fronteras previas a la guerra de 1967. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostiene en cambio que la totalidad de Jerusalén es la "capital indivisible" del pueblo judío.

En diciembre, 128 de los 193 estados miembro de la ONU votaron a favor de una iniciativa que cuestiona medidas unilaterales sobre el estatus de Jerusalén. Nueve delegaciones votaron en contra, incluidas las de Estados Unidos e Israel, mientras que 35 optaron por la abstención.