El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Nicolás Maduro consolidó su hegemonía municipal en unos comicios en los que se impuso en la inmensa mayoría de las capitales de estado, según el primer boletín de resultados oficiales, ante la ausencia de gran parte de la oposición.

"Hemos ganado más de 300 alcaldías del país, de las 335", aseguró el presidente Maduro en la celebración de la victoria ante sus seguidores.

De los primeros 43 municipios cuyos resultados anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE), el chavismo gobernante ganó en 42, por uno solo en el que venció el candidato de la oposición.

Tres de los cuatro grandes partidos contrarios a Maduro se negaron a participar en la votación al no confiar en el CNE.

Con más del 97 % de las máquinas de votación centralizadas, el Consejo Nacional Electoral sitúa en un 47,32 % la participación, lo que supone que más de 9,1 millones de venezolanos fueron a las urnas.

La única victoria de la oposición confirmada oficialmente con los primeros resultados corresponde al municipio de San Cristóbal, capital del estado de Táchira, fronterizo con Colombia, donde el candidato del partido democristiano Copei, Gustavo Delgado, derrotó al aspirante oficialista.

En los dos municipios de la Gran Caracas cuyos resultados avanzó el CNE, Sucre y Libertador, se alzaron con la victoria los aspirantes del PSUV.

En Sucre, que cambia de manos, el nuevo alcalde será José Vicente Rangel Ávalos, que ya estuvo en ese cargo en dos gestiones consecutivas desde el año 2000 hasta 2008.

Libertador, mientras tanto, continuará en manos del chavismo, con el triunfo de la candidata oficialista Érika Farías. Su territorio comprende gran parte de la capital y alberga el palacio presidencial y la mayoría de los ministerios y sedes oficiales.

El PSUV conquistó también la segunda ciudad del país, Maracaibo, capital del estado petrolero de Zulia, en el oeste de Venezuela, donde el candidato Willy Casanova pondrá fin al dominio opositor en esa metrópolis.

El chavismo logró asimismo el control del municipio de Iribarren de Barquisimeto, capital del estado de Lara, donde hace cuatro años ganó la oposición con el veterano líder sindical Alfredo Ramos, del partido La Causa R, hoy detenido bajo custodia del servicio de inteligencia.

Ramos forma parte de un grupo de 13 alcaldes opositores que han sido destituidos e inhabilitados en los últimos años y están presos o huidos del país.

Junto a las municipales se celebraba además la elección a gobernador en Zulia, donde se repetían los comicios regionales del pasado 15 de octubre tras ser despojado de su cargo el opositor Juan Pablo Guanipa.

Guanipa ganó la votación entonces, pero no se le permitió tomar posesión por negarse a jurar el cargo ante la Asamblea Nacional Constituyente impuesta por el oficialismo.

El candidato del PSUV, Omar Prieto, ganó esta vez en Zulia contra su rival opositor, Manuel Rosales, del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), la única gran formación no oficialista que concurrió a las votaciones de este domingo.Maduro celebra la victoria

Minutos después de la comparecencia del CNE, el presidente Nicolás Maduro tomaba la palabra en la plaza Bolívar de Caracas para celebrar la victoria, y aportaba micrófono en mano nuevos datos que no habían sido publicados por la autoridad electoral.

Además de felicitarse por el triunfo del PSUV en "más de 300" municipios, Maduro se refirió a la victoria de candidatos de la oposición en tres feudos tradicionales del antichavismo en la capital, los municipios de Chacao, El Hatillo y Baruta.

Candidatos opositores han denunciado numerosas irregularidades a lo largo de la jornada mientras que el Observatorio Electoral Venezolano informó de "85 incidencias, 50 relacionadas con propaganda política" prohibida en la jornada electoral, "34 por hechos de violencia y 23 fallas en la organización".

En varias zonas populares de Caracas, Efe vio cómo el PSUV pedía el voto a los electores con potentes altavoces montados en camiones o en puestos de propaganda habilitados a menos de 200 metros de los colegios, algo prohibido por la ley electoral.

En esos mismos puntos, quienes acudían a votar dejaban constancia de ello registrándose con el Carnet de la Patria, un censo paralelo que el Gobierno utiliza para repartir comida subsidiada y otras ayudas sociales.

Maduro y otros dirigentes oficialistas habían pedido a los venezolanos que acudieran a las urnas con el Carnet de la Patria y dieran constancia de su voto en los puestos del PSUV, lo que permite al Gobierno saber quién vota.