El exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, que llegó el pasado sábado a España tras huir de mil días de arresto domiciliario en Venezuela, ha aclarado este lunes que no ha venido a disfrutar de un "exilio dorado", sino a "hacer rugir los motores del exilio venezolano" para ayudar a preparar, junto con la disidencia interna, la caída del Gobierno de Nicolás Maduro.

"No hemos venido aquí a ser protagonistas del exilio dorado, hemos venido a trabajar. Prepárate Maduro porque ahora vas a escuchar los motores del exilio venezolano para hacer sentir la verdad", ha dicho el líder opositor en un coloquio celebrado este lunes en Madrid.

Ledezma ha explicado también que decidió salir de su país porque le informaron de que iba a ser "secuestrado" por las fuerzas de seguridad, aunque no las ha citado explícitamente, y que se iba a responsabilizar de ello a un "comando paramilitar colombiano".

"Había también la idea de revocar el beneficio de casa por cárcel y llevarme a la tumba. Creo que, encerrado en la tumba (...), yo no soy útil como puedo comenzar a serlo desde el exilio", ha añadido en declaraciones a la prensa en Madrid, adonde aterrizó el sábado.

"Todos los presos políticos corren peligro en Venezuela, son rehenes de una narcotiranía y pretenden usarlos como los secuestradores" a sus víctimas, ha considerado.

Ledezma ha explicado que desde España organizará una "agenda bien definida" para acuñar la figura de "los anfitriones desde el exilio" que le llevará a varios países europeos y latinoamericanos, pero también a Estados Unidos y a reuniones de alto nivel, incluida una con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Interrogado sobre qué espera de esta gira internacional, ha pedido a los líderes internacionales que "sigan actuando como hasta ahora", con sanciones contra "Maduro y su camarilla", contra quienes "han violado los Derechos Humanos en Venezuela".

En concreto, Ledezma ha expresado su agradecimiento al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con quien se reunió el sábado, por ser "el primer presidente en ejercicio" que se pronunció claramente a favor de la oposición venezolana.

Ledezma ha contado que no pretende solicitar asilo político en España ni en ningún otro país, si bien ha revelado que abordó con Rajoy la posibilidad de que se le concediera un régimen jurídico que le permita permanecer en España, tanto a él como a su familia.

"Purga" en la oposición

El ex edil capitalino ha subrayado que su agenda internacional no será "individualista" -"yo no soy un mesías"-, sino una hoja de ruta pensada para que la oposición en el exilio y la oposición en Venezuela se conviertan en un auténtico "binomio" contra Maduro.

En este sentido, ha reconocido las profundas diferencias que existen en el seno de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y ha apelado a la verdadera unidad de la coalición opositora. "No ganamos nada machacándonos el uno al otro. El pueblo no quiere una MUD transformada en una lavadora de trapos sucios", ha sostenido.

En su opinión, la MUD debe iniciar una fase de "autocrítica" que incluso podría requerir una "purga" de líderes y partidos para saber realmente "con quienes podemos contar" en la "lucha" contra Maduro.

Ledezma ha rechazado una vez más los planes de la MUD de reanudar el diálogo con el Gobierno por considerar que es una pérdida de tiempo. A este respecto, ha recalcado que no está en contra del diálogo, sino de cómo se ha planteado.

Así, ha vuelto a reclamar la liberación de los presos políticos y un canal humanitario, además de una nueva mediación internacional, denunciando que desde que el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero intervino "solo ha habido más presos políticos".