Al menos 53 personas murieron hoy, entre ellas 25 civiles y siete atacantes, y otras 158 resultaron heridas en un ataque talibán contra una importante instalación de la Policía en la provincia de Paktia, en el este de Afganistán.

El viceministro de Interior afgano, Muradali Murad, informó en rueda de prensa en Kabul que 21 miembros de las fuerzas de seguridad y 25 civiles murieron en el ataque talibán, que causó además 158 heridos, 110 de ellos civiles que se encontraban en el lugar.

El Ministerio del Interior informó previamente de que en el ataque, en el que también fallecieron los siete insurgentes, murió el general Toryalai Abyani, jefe de la Policía de Paktia.

El viceministro informó que el ministro, Wais Barmak, ha viajado a la zona para conocer de primera mano la situación sobre el terreno.

El ataque comenzó alrededor de las 9.30, hora local (5.00 GMT), en el cuartel de Gardiz, capital de Paktia, y donde la Policía tiene su sede principal para las provincias de Paktia, Paktika, Khost y Logar, cuando los insurgentes lanzaron dos vehículos bombas contra una de las puertas de acceso.

El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó el ataque en un comunicado, en el que confirmó que emplearon dos vehículos cargados de explosivos en el inicio de la operación contra el cuartel: un camión y un coche de Policía que habían robado antes.

Este mismo cuartel ya fue objeto de un ataque talibán el pasado mes de junio, cuando 11 personas murieron y 20 resultaron heridas en una acción realizada por un grupo de seis talibanes.

Por otra parte, Murad indicó que en la noche de ayer se produjo otro ataque en la provincia de Ghazni (este) en la que murieron 25 miembros de las fuerzas de seguridad y 10 resultaron heridos en una acción en la que también fallecieron 5 civiles.

En los últimos dos años y medio, el Gobierno afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.

Según datos de esa misma fuente, entre enero y noviembre de 2016 al menos 6.785 miembros de las fuerzas de seguridad afganas murieron y otros 11.777 resultaron heridos, en línea con el recrudecimiento del conflicto.