El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el "brexit", Michel Barnier, dijo hoy que no recomendará a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete comenzar la segunda etapa de negociación, centrada en la futura relación con el Reino Unido, ante la falta de avances en la primera fase.

"No estoy en situación, dado el estado actual de las cosas, de proponer al Consejo Europeo la semana próxima abrir las discusiones sobre la futura relación", afirmó el político francés en la rueda de prensa posterior a la quinta ronda de negociaciones sobre el "brexit".

La primera etapa de las conversaciones se centra en los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero entre Londres y Bruselas.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países que permanecerán en la Unión tras la marcha británica habían previsto que para octubre se habrían alcanzado progresos suficientes en esas tres cuestiones y podría comenzar el debate sobre la futura relación entre la UE y el Reino Unido, pero las negociaciones han ido a un ritmo más lento del esperado.

"Esta semana hemos trabajado en un espíritu constructivo, hemos clarificado ciertos puntos, pero, sin embargo, no hemos dado grandes pasos adelante", aseguró Barnier. El negociador de Bruselas constató que las conversaciones sobre el acuerdo financiero se encuentran en un "impás extremadamente preocupante".

"En su discurso de Florencia, (la primera ministra británica) Theresa May afirmó que el Reino Unido honrará los compromisos adoptados como miembro de la Unión y este es un compromiso importante", dijo.

"Esta semana, sin embargo, el Reino Unido nos ha dicho que todavía no estaba preparado para precisar estos compromisos. Por lo tanto, no ha habido negociación sobre este tema", añadió.

De todas formas, manifestó su esperanza de que "con voluntad política" se puedan conseguir avances en los dos próximos meses, días después de que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, señalara que será necesario "reflexionar hacia dónde nos dirigimos" en las negociaciones si no existe un progreso suficiente antes de diciembre.

Por su parte, el ministro británico para el "brexit", David Davis, confió en que los jefes de Estado y de Gobierno de los países que seguirán en la Unión sí den luz verde al inicio de la segunda etapa de las conversaciones durante la cumbre europea del 19 y 20 de octubre, pese a las declaraciones de Barnier.

"Espero que los líderes de los Veintisiete proporcionen a Michel (Barnier) los medios para explorar formas de avanzar", declaró. Sobre la posibilidad de que no se alcance un acuerdo con Bruselas, el ministro británico afirmó que su Gobierno debe estar preparado para opciones alternativas, aunque admitió que no es lo deseable.