La Unión Europea y el Reino Unido comienzan mañana las negociaciones para el 'brexit', en las que los europeos insisten en llegar a un acuerdo en primer lugar sobre los derechos de los ciudadanos y la factura de salida, una reunión que también abordará la futura frontera con Irlanda del Norte.

El negociador jefe de la Comisión Europea (CE), Michel Barnier, y el secretario de Estado británico para la Salida de la UE, David Davis, encabezarán este encuentro en el que ambas partes fijarán sus primeras posiciones.

La reunión, que tendrá lugar en la sede de la CE en Bruselas, comenzará a las 11.00 horas (09.00 GMT) y se prolongará hasta las 18.30 (16.30 GMT), cuando está previsto que Barnier y Davis comparezcan en una rueda de prensa.

Antes compartirán varias reuniones y un almuerzo de trabajo, seguido de un encuentro entre altos funcionarios, con la negociadora jefe de la CE Sabine Weynand, y el secretario designado por Londres, Olly Robbins.

El encuentro marcará así el arranque real de las negociaciones, oficialmente iniciadas el pasado 29 de marzo con la activación del artículo 50 de los Tratados de la UE por parte de la primera ministra Theresa May, fecha en la que se abrió un plazo de dos años para lograr un acuerdo.

En esta primera ronda, la UE y el Gobierno debilitado de May tras las elecciones del pasado 8 de junio, en las que perdió la mayoría absoluta, encaran su divorcio en la víspera de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra el jueves y viernes en Bruselas, en la que se abordarán estas negociaciones.

La fecha de esta cumbre se produce precisamente justo un año después de que los británicos se pronunciaran en el histórico referéndum a favor del 'brexit', en un resultado muy ajustado pero decisivo tras más de cuarenta años de pertenencia a la UE.

Bruselas publicó el pasado lunes dos documentos sobre su posición de partida en las conversaciones, centrados en los derechos de los ciudadanos y el acuerdo financiero entre Bruselas y Londres, en línea con su compromiso de reforzar la transparencia en sus negociaciones tras enfrentar críticas por su secretismo en el pasado.

Los documentos recogen de forma oficial varias instancias en las que la UE ya se había reafirmado, como que el Reino Unido debe honrar todas las obligaciones financieras a las que se había comprometido como Estado miembro, y abarcan desde sus contribuciones a los Fondos Europeos de Desarrollo hasta el acuerdo alcanzado para la acogida de refugiados en Turquía.

En este sentido, Bruselas espera que un reglamento financiero único asegure que Londres respete sus compromisos con el presupuesto de la Unión. Otra de las prioridades de la UE es lograr garantías recíprocas para preservar los derechos de los que gozan actualmente, como ciudadanos comunitarios, los británicos y demás europeos que residen a uno u otro lado del canal de la Mancha.

La UE incide en el trato a estudiantes o demandantes de empleo, acceso a la educación o reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales, entre otros aspectos. Por lo que respecta a Irlanda, Bruselas no quiere que se cree una frontera cerrada con la provincia británica de Irlanda del Norte para no perjudicar los acuerdos de paz en esa región.

La reunión de este lunes también servirá para fijar los aspectos organizativos de las negociaciones, como el ritmo, los plazos y las temáticas a debatir, indicaron fuentes comunitarias. Respecto al calendario de futuros encuentros, la UE es partidaria de llevar a cabo las conversaciones en "ciclos", sobre lo que espera llegar a un acuerdo mañana.

Además, en la cumbre del jueves y el viernes, está previsto que los líderes europeos fijen cuál será el procedimiento para la reubicación de las agencias europeas con sede en Londres, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Casi todos los países miembros han presentado ciudades candidatas para albergar al menos una de las agencias, una carrera en la que España busca recabar apoyos para que Barcelona sea la nueva sede de la EMA. Los presidentes del Consejo, Donald Tusk, y de la CE, Jean-Claude Juncker, han trazado ya unos requisitos para la elección de la ciudad, que incluyen la flexibilidad, la riqueza de las infraestructuras de educación y acceso al mercado laboral. El plazo de candidaturas permanecerá abierto hasta el 31 de julio y está previsto que la decisión definitiva se tome en otoño.