El pasado día 20 de abril, un yihadista del Estado Islámico era abatido a tiros en plenos Campos Elíseos de París tras disparar él mismo con un fusil tipo Kalashnikov contra un furgón policial que hacía guardia en el lugar y matar a uno de los agentes, además de herir a otros dos.

Esta semana, algo más de un mes de un mes después del atentado, se ha celebrado en París un íntimo acto de homenaje para Xavier Jugelé, el gendarme fallecido, de 37 años, que ha sido doblemente emocionante porque en la cita se ha oficiado la boda póstuma con su pareja, Etienne Cardiles.

La ceremonia, que ha contado con la presencia de la alcaldesa parisina Anne Hidalgo y también con la del expresidente François Hollande, ha sido altamente emotiva, sobre todo en el momento en que ha tomado la palabra Cardiles.

El tiempo ha permitido calmar los ánimos y ordenar las ideas, aunque la herida todavía está en carne viva. Cardiles, ostensiblemente afectado, dijo estar sufriendo un "dolor extremo que puede que se calme algún día, no lo sé". Un dolor que le hace a Cardiles sentirse "más cerca de tus compañeros -los colegas de profesión de Jugelé-, que sufren como tú y como yo, en silencio".

Y pese a esta pérdida, Cardiles dio una tremenda lección, al afirmar que sufría este dolor, pero "sin odio". En sus propias palabras, aprendió la fórmula de la paz interior de otra víctima pasiva del terrorismo, Antoine Leiries, que perdió a su esposa Hèléne Muyal-Leiris en la masacre de la sala Bataclan. "Su inmensa sabiduría frente al dolor me admiró tanto que leí y releí sus frases hace unos meses. Esta lección de vida me hizo crecer y me protege hoy", expresó Cardiles.

La ley francesa permite celebrar enlaces matrimoniales tras la muerte de uno de los miembros de la pareja, bajo la autorización del presidente y única y exclusivamente cuando se cumpla el requisito obligatorio de que se den señales inequívocas de que casarse era la voluntad del fallecido.

El pasado 25 de abril ya tuvo lugar un acto de despedida para Jugelé, aquella vez con la presencia del actual presidente Emmanuel Macron y de un buen número de efectivos de las fuerzas del orden francesas, y en el que Cardiles también dedicó unas palabras a su novio.