Una joven ha sido detenida en Sudáfrica tras haber enterrado a su recién nacido, que ha sido rescatado con vida tres días después de ser sepultado. La mujer, de 25 años, decidió entererrarlo vivo en una fosa improvisada situada junto a una fábrica. Los trabajadores de esta empresa oyeron los llantos y lograron rescatarlo con vida gracias a que la arrestada no arrojó demasiada arena sobre el bebé.

La mujer ha confesado los hechos y ha explicado que decidió enterrar a su hijo porque tenía miedo que su familia no aceptara a otro bebé en su casa, según ha informado el periódico 'Mirror'. El recién nacido ha sido hospitalizado y se recupera satisfactoriamente.