Las elecciones legislativas de Rumanía, en las que se elegirá un nuevo Parlamento que designe al Gobierno que sustituya al actual Ejecutivo tecnócrata, transcurren hoy en calma y prácticamente con la misma baja participación que en los anteriores comicios parlamentarios.

Según informó la Oficinal Electoral Central del país balcánico, a las 14.00 hora local (12.00 GMT) la participación se situaba en el 20,23 por ciento, prácticamente la misma que en 2012, cuando a esa hora ascendió al 20,56 por ciento.

Los colegios electorales cerrarán a las 21.00 horas (19.00 GMT) y se esperan los primeros sondeos a pie de urna poco después.

Las encuestas previas auguran una clara victoria del Partido Socialdemócrata (PSD), que obtendría entre el 40 y 43 por ciento, mientras que el Partido Nacional Liberal (PNL), apoyado por el presidente del país, Klaus Iohannis, rondaría entre el 17 y 23 por ciento.

El primer ministro en funciones, Dacian Ciolos, candidato independiente por el PNL y respaldado también por la Unión Salvar Rumanía (USR), alentó a la ciudadanía a ir a las urnas tras depositar su voto.

Por su parte, el líder del Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea, dijo que esperaba que los rumanos diferenciasen "entre la realidad y las palabras, entre la manipulación y la verdad".

Dragnea, quien no podrá ser designado primer ministro por haber sido condenado por fraude electoral, animó a los ciudadanos a votar a su formación por sus promesas de crecimiento económico, creación de empleo, salarios más altos y bajadas fiscales.

Las promesas de los socialdemócratas podría desequilibrar los presupuesto del Estado, ha denunciado Ciolos, antiguo comisario europeo de Agricultura que se ha comprometido a mantener la disciplina fiscal y a continuar con su política de transparencia en la gestión.

La USR, formado hace seis meses y que obtuvo en primavera un gran éxito en las elecciones locales en Bucarest gracias a su mensaje contra la corrupción y el nepotismo, podría convertirse en el partido bisagra para formar una nueva coalición de gobierno.

Otro partido que podría formar una coalición con los socialdemócratas es la Unión Democrática de los Magiares de Rumanía (UDMR).

Ni los numerosos casos de corrupción en el seno del PSD ni la dimisión del primer ministro socialdemócrata Victor Ponta en noviembre de 2015, por un incendio en una discoteca de Bucarest que causó 64 muertes, parece que pasarán factura a la formación, que cuenta sobre todo con el voto rural y de las personas mayores.

El PSD, que surgió en su momento del partido comunista, no ha anunciado ningún candidato para ser primer ministro, aunque se barajan los nombres de los antiguos ministros Eugen Teodorovici y Rovana Plumb.