Un refugiado iraquí de 31 años ingresó este martes en prisión preventiva en Bochum (oeste de Alemania) acusado de dos violaciones, apenas tres días después del arresto de otro peticionario de asilo, un menor afgano, acusado de violar y matar a una estudiante de 19 años.

La difusión de este nuevo caso se produjo sin que se haya acallado la controversia que suscitó en Alemania el arresto del menor afgano en Friburgo (suroeste), que hizo que el Gobierno alemán y la gran mayoría de la clase política pidiese calma ante las críticas de la extrema derecha a la política migratoria.

En el caso de Bochum, la fiscalía informó en rueda de prensa de que se ha podido comprobar mediante una prueba de ADN que el detenido cometió las dos agresiones sexuales graves por los restos biológicos hallados en la escena de ambos delitos.

El arrestado está acusado de un intento de asesinato, un intento de violación, una violación consumada, dos delitos de lesiones graves y uno por un robo, pues le quitó el dinero a una de sus víctimas tras la violación.

Además, las fuerzas de seguridad tienen como indicios la localización de su teléfono móvil en los días de los hechos y la fotografía que le hizo poco antes de su detención y con un teléfono móvil una joven que le descubrió entre unos arbustos de forma sospechosa.

"El resultado de la prueba de ADN es claro", subrayó Roland Wefelscheid, fiscal y director de la Comisión Criminal de Bochum, al afirmar que quien cometió las dos violaciones es la persona fotografiada.

El refugiado niega los cargos

El refugiado iraquí, por su parte, ha rechazado todos los cargos que le imputa la fiscalía, que le califica de "fundado sospechoso".

La primera violación se produjo a principios de agosto y tuvo como víctima a una estudiante china de 21 años, mientras que la segunda tuvo lugar a mediados de diciembre y en ella la agredida fue una universitaria de 27 años también de origen chino.

En ambos ataques, registrados en el distrito universitario de Bochum, el agresor ejerció una gran violencia contra sus víctimas, centrando sus golpes en el cuello y la cabeza de las jóvenes, con el objetivo de anular su resistencia, explicó la fiscalía.

Este sábado un afgano de 17 años fue arrestado en Friburgo acusado de violar y matar a una estudiante de 19 años a mediados de octubre, cuando regresaba a casa tras una fiesta.

El Gobierno alemán y el grueso de la clase política alemana han llamado en los últimos días a la calma, después de que el caso reavivase el debate sobre la política migratoria en el país, azuzado por las críticas de Alternativa para Alemania (AfD), una formación en auge muy crítica con Europa y los extranjeros.