Un turista español fue agredido en la ciudad de Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra, mientras charlaba en castellano con una mujer. El agresor, identificado como Daniel Way, confesó tras ser detenido que lo hizo porque pasaba por un mal momento y se encontraba bajo los efectos del alcohol.

Way arrancó una tabla de madera de una pared y se dirigió hacia el turista para golpearle al grito de "¡maldito español! ¡habla inglés!". La chica se interpuso ante él pero no pudo evitar que la tabla impactara en la cara del ciudadano español, que se desplomó tras el golpe.

El agresor fue finalmente reducido por un grupo de personas que acudió a socorrer al agredido. Way ha sido condenado a 12 meses de cárcel, a 150 horas de trabajo social y deberá pagar una indemnización de 800 libras (900 euros) a la víctima.