Desde el obelisco de Buenos Aires hasta la plaza de la independencia de Ciudad de México y desde la Alameda de Santiago de Chile a las calles de Sao Paulo, miles de personas de toda América Latina se manifestaron contra la violencia machista.

El detonante de la protesta fue el asesinato el pasado 8 de octubre de la joven de 16 años Lucía Pérez, drogada, violada y empalada en la ciudad de Mar de Plata (Argentina), un feminicidio que ha despertado la rabia de toda la sociedad latinoamericana.

Con el nombre "Miércoles negro", Buenos Aires fue el epicentro de la movilización y miles de personas vestidas de luto volvieron a reclamar "Ni una menos, vivas nos queremos", un lema con el que pidieron el fin de la violencia machista que se lleva cada año la vida de más de 200 mujeres en Argentina.

Los países vecinos del Cono Sur se sumaron también a la indignación que ha corrido por todas las ciudades y pueblos argentinos.

En Montevideo (Uruguay), cientos de personas marcharon bajo la lluvia por el centro de la ciudad bajo el lema "Movilizadas nos encontramos con rabia, bronca y dolor". Uruguay lleva registradas a lo largo de este año 21.985 denuncias por violencia de género, según confirmaron a Efe fuentes del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres).

También en Chile, por la principal avenida de la capital desfilaron decenas de miles de mujeres vestidas de negro reclamando el endurecimiento de las penas contra la violencia de género.

En la ciudad más grande de Suramérica, Sao Paulo (Brasil) un pequeño grupo de mujeres mostraron también su solidaridad con la joven argentina asesinada y contra el machismo latente que aún persiste en las relaciones sociales entre ambos géneros.

De igual forma en ciudadanos anónimos, en algunos casos de luto y con velas, de Asunción (Paraguay), La Paz (Bolivia) y en Lima (Perú), se sumaron a la convocatoria de protesta.

Ya en Centroamérica, que cuenta con los ratios más altos por violencia machista del continente (Honduras, El Salvador y Guatemala encabezan la lista de crímenes de género, según el informe anual 2015 de ONU Mujeres para América Latina), las manifestaciones han tenido un propio sentido regional.

Mientras que en la ciudad de Panamá medio centenar de personas denunciaba la puesta en libertad de unos sospechosos de un feminicidio de 2012, en otros lugares como Guatemala o Nicaragua las demandas han sido más globales.

Por otro lado, en Managua (Nicaragua), cientos de mujeres salieron a la calle para exigir el respeto a sus derechos y el cese de los feminicidios.