El número de muertos en el bombardeo lanzado ayer por aviones de la coalición árabe comandada por Arabia Saudí en el Yemen contra el funeral de la madre de un ministro del Gobierno rebelde hutí ha ascendido a 140 personas, según la ONU.

El coordinador para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en el Yemen, Jamie McGoldrick, indicó en un comunicado que el ataque causó, además, 525 heridos.

El bombardeo tuvo lugar cuando en torno a un millar de personas expresaban sus condolencias a la familia del ministro rebelde del Interior, Yalal al Ruishan, en un salón de eventos del barrio residencial de Al Yamsín, en el sur de Saná.

"El coordinador humanitario Jamie McGoldrick condena inequívocamente este horrible ataque que tuvo lugar en Saná", aseguró la nota, en la que el coordinador mostró sus condolencias a las familias de los fallecidos.

McGoldick solicitó, asimismo, la apertura de una investigación sobre lo sucedido y recordó a las partes que las leyes internacionales les obligan a proteger a los civiles y las infraestructuras civiles en situaciones de guerra.

Tras la masacre, el Gobierno de EEUU anunció que revisará su apoyo a la coalición militar que lidera Arabia Saudí en el Yemen, y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, advirtió de que "la cooperación de seguridad de EEUU con Arabia Saudí no es un cheque en blanco".

"Estamos muy afectados por las informaciones sobre el ataque de hoy contra una sala fúnebre en yemen, que de confirmarse, continuaría la problemática serie de ataques que golpean a civiles yemeníes", afirmó Price en un comunicado.

El conflicto en Yemen estalló cuando los rebeldes chiíes ocuparon en septiembre de 2014 la capital y otras provincias del norte y centro del país, tras lo que el Gobierno yemení se trasladó a la ciudad meridional de Adén.

La guerra se recrudeció en marzo de 2015, cuando la coalición militar integrada por países suníes y respaldada por EEUU intervino directamente en el conflicto a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, el único reconocido por la comunidad internacional, que huyó de Adén y se exilió en Riad.