Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Juan Manuel Santos, zanjaron este jueves con un apretón de manos la crisis por el cierre de la extensa frontera común ordenado por Caracas hace casi un año.

En la represa de Macagua, cerca de la ciudad de Puerto Ordaz en el estado Bolívar, fronterizo con Brasil pero no con Colombia, los gobernantes acordaron la reapertura "gradual" de los 2.219 kilómetros de línea divisoria, que Maduro ordenó cerrar desde el 19 de agosto del año pasado como parte de su estrategia para combatir el contrabando y el paramilitarismo.

"Lo que vamos a hacer es abrir la frontera en forma gradual. Será una apertura transitoria mientras vamos aprendiendo y vamos acoplando las decisiones para que cada paso que demos sea un paso certero, un paso positivo", declaró Santos al término de un encuentro con Maduro.

Los gobernantes informaron de que la apertura de la frontera comenzará con el paso peatonal en cinco puntos del límite fronterizo: el Puente Simón Bolívar y Puente Unión (que conectan localidades del departamento colombiano del Norte de Santander y el estado venezolano del Táchira), el Puente José Antonio Páez (entre Arauca y Apure), en Paraguachón (entre La Guajira y el estado venezolano del Zulia) y en Puerto Carreño (entre la colombiana Vichada y los estados venezolanos de Apure y Amazonas).

Esta apertura para peatones comenzará el sábado 13 de agosto bajo un "control migratorio" y en un horario comprendido entre las 06.00 y las 21.00 hora local venezolana y las 05.00 y las 20.00 hora colombiana.

De acuerdo con las declaraciones de Santos, la seguridad en la frontera será un tema clave para que pueda haber normalidad en la zona fronteriza y para ello se ha creado un centro binacional para "la lucha contra el crimen internacional", aspecto del que se encargarán los ministros de seguridad de ambos países.

Ambas naciones también acordaron celebrar una reunión el 23 de agosto para tratar el tema de la gasolina y el gas que se trafica de Venezuela a Colombia.

Maduro señaló que harán el mayor esfuerzo para combatir el contrabando de combustible y que tanto él como Santos han conversado con sus ministros para que haya mucha "eficacia y mucha eficiencia" en el proceso de apertura.

"Creo que estamos en la puerta de dar el ejemplo de cómo se pueden construir y reconstruir relaciones de todo tipo, humanas, políticas, diplomáticas", afirmó Maduro.

Como parte de las nuevas medidas en las frontera, ambos países ya habían acordado en días anteriores implementar una "cédula fronteriza" para los habitantes venezolanos y colombianos de las zonas limítrofes y la instalación de estaciones de servicio para el abastecimiento de combustible de Venezuela en territorio colombiano.

Además, habían decidido la comercialización de una "canasta básica" de alimentos para los habitantes de un lado y otro de la frontera.

Santos llegó hoy a Puerto Ordaz acompañado por sus ministros de Exteriores, María Ángela Holguín; Defensa, Luis Carlos Villegas; Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture; Transporte, Elsa Noguera; Minas y Energía, Germán Arce; y Salud, Alejandro Gaviria.

También viajaron los gobernadores de los departamentos de Arauca, Ricardo Alvarado, y Norte de Santander, William Villamizar.

Maduro recibió a su homólogo colombiano acompañado por su esposa, Cilia Flores, la ministra venezolana de Exteriores, Delcy Rodríguez, y los gobernadores de los estados Táchira, José Gregorio Vielma Mora, y Bolívar, Francisco Rangel Gómez, así como del embajador de Venezuela en Colombia, Ivan Rincón.

Los jefes de Estado se reunieron durante casi dos horas y media, una semana después del encuentro que mantuvieron en Caracas el pasado 4 de agosto Rodríguez y Holguín.

Ambos gobiernos pisaron el acelerador a las conversaciones bilaterales en las últimas semanas ante la presión ejercida por las poblaciones de ambos países.

Un grupo de 500 mujeres cruzó el pasado 5 de julio la frontera desde el estado Táchira con destino a la ciudad de Cúcuta para comprar alimentos y medicinas.

La acción se repitió en los dos fines de semana siguientes, cuando las autoridades coordinaron un "corredor humanitario" que permitió a decenas de miles de venezolanos pasar a Cúcuta durante dos fines de semana para comprar alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas que escasean en su país.

La clausura de las fronteras, a punto de completar un año, fue anunciada por Maduro después de que tres militares venezolanos y un civil resultan heridos en un enfrentamiento con presuntos contrabandistas en la localidad de San Antonio del Táchira.

Ambos presidentes ya se habían reunido el 21 de septiembre del año pasado en Quito para abordar este tema y acordaron entonces el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común.

En enero de este año, también en Quito, los dos mandatarios coincidieron en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y hablaron en privado de la frontera.