El terrorista que causó 84 muertes el pasado jueves en Niza tenía en su ordenador desde hace pocas semanas imágenes extremadamente violentas de crímenes perpetrados por el Estado Islámico como decapitaciones, así como fotos de líderes yihadistas como Osama bin Laden o Moctar Belmoctar.

El fiscal de la República, François Molins, explicó en una comparecencia ante la prensa que hasta el momento no se ha encontrado ninguna prueba de que el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel hubiese jurado lealtad al EI ni de que tuviese contacto con ningún miembro de esa organización.

Bouhlel había mostrado un "interés cierto pero reciente" por el movimiento yihadista, según Moulins, quien destacó que "la radicalización puede producirse más rápidamente cuando va dirigida a mentalidades perturbadas".

El registro tanto del teléfono móvil hallado en la cabina del camión que conducía el terrorista en Niza como del ordenador que tenía en su casa indica un alto grado de premeditación del crimen.

Del 1 al 14 de julio, Bouhlel buscó en internet suras del Corán, cantos religiosos e información sobre las recientes masacres en Orlando y Dallas (Estados Unidos), pese a que esta última tuvo motivos puramente raciales, y en Magnanville, cerca de París, donde un hombre que había jurado lealtad al EI asesinó a una pareja de policías.

Además, la Policía ha encontrado en su móvil un artículo del primero de enero de este año del diario local "Nice Matin" con el título: "Se estrella voluntariamente en la terraza de un restaurante".

Según el testimonio brindado por una de las seis personas que continúan bajo arresto tras el atentado del 14 de julio, el hombre se había dejado barba hacía ocho días y había explicado que tenía un significado religioso.

El fiscal también reveló que Bouhlel había mostrado un vídeo con decapitaciones a uno de los detenidos y, ante su sorpresa, le dijo que él "ya estaba acostumbrado" a su visionado.

Gran predemeditación

El terrorista recorrió en diferentes ocasiones, incluso el mismo día de la masacre, el paseo de los Ingleses, según las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia. Bouhlel tomó fotos desde su móvil del paseo, escenario del crimen, dos días antes de perpetrarlo, y las cámaras de videovigilancia lo captaron incluso horas antes del atentado pasando por la zona.

Y pese a que aún no se han hallado vínculos directos de Bouhlel con la organización yihadista, el testimonio de una de las seis personas bajo arresto permitió saber que el tunecino se preguntaba "por qué el EI no puede pretender (tener) un territorio".

Todos esos datos llevaron a Molins a concluir que la acción tuvo un carácter innegablemente terrorista, y que había sido concebida con premeditación.

Los testimonios, según el fiscal, concuerdan en que el hombre "no practicaba la religión, comía cerdo y bebía alcohol, y tenía una vida sexual desenfrenada", así como que se comportaba de manera "muy violenta" hacia su exmujer y sus hijos.

El atentado tiene todavía varias zonas de sombra como la hipotética participación de cómplices, sobre todo debido al mensaje SMS que envió Bouhlel poco antes de pasar a la acción a uno de los arrestados en el que le decía: "Trae más armas, trae 5 a C".

Por otro lado, Molins informó hoy de que 74 heridos en el atentado de Niza siguen hospitalizados, de los que 28 permanecen en estado crítico, y 19 de ellos tienen "pronostico vital reservado".

Además, la investigación ha permitido identificar formalmente a 71 de las 84 víctimas mortales mientras que se les ha practicado la autopsia a 12 cuerpos en los que se apreciaban causas "complejas" de muerte, añadió el fiscal.

Los primeros cuerpos identificados han sido entregados a sus familiares esta mañana.

Tras la lluvia de críticas recibidas -que incluso han llegado al abucheo hoy del primer ministro, Manuel Valls, en el minuto de silencio por las víctimas en Niza-, el Gobierno francés anunció hoy que se centrará en proteger este verano posibles objetivos terroristas como "lugares turísticos, playas y grandes eventos culturales y deportivos".

"No se puede garantizar el riesgo cero. Decir esto es decir la verdad a los franceses", señaló el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, tras participar, junto al presidente, François Hollande, en un consejo de ministros reducido con los titulares de seguridad y defensa para abordar el atentado.