Tras la súbita retirada de sus rivales, Donald Trump tiene hoy a tiro de piedra en EE.UU. la candidatura presidencial republicana y prepara ya una batalla por la Casa Blanca que librará -probablemente- con la demócrata Hillary Clinton.

En menos de 24 horas de auténtico vértigo electoral, el polémico magnate se ha convertido en el nominado "de facto", tras su rotundo triunfo en las elecciones primarias que Indiana celebró este martes para elegir al aspirante del Partido Republicano a la Presidencia.

"Vamos por Hillary Clinton. Ella no será una gran presidenta", afirmó un exultante Trump en Nueva York tras su decisiva victoria en ese estado.

Aunque partía como claro favorito, Trump vio el camino hacia la candidatura despejado cuando su principal rival en la contienda republicana, el senador por Texas Ted Cruz, anunció por sorpresa, después de cerrar las urnas en Indiana, que tiraba la toalla.

La senda del multimillonario hacia la nominación se aclaró todavía más después de que fuentes de la campaña del tercer contrincante en liza, el gobernador de Ohio, John Kasich, adelantaran hoy que este también abandona la carrera.

Cruz y Kasich unieron fuerzas hace unas semanas para impedir que el empresario neoyorquino lograra, en el proceso de primarias, los 1.237 delegados necesarios (Trump acumula 1.047) para alcanzar la nominación automática.

El senador y el gobernador pretendían forzar en julio una Convención Nacional Republicana disputada que abriera la puerta a un candidato alternativo a Trump, a quien se oponía, hasta la fecha, el aparato del partido por su campaña provocativa y grosera.

Pese a que la dirección anhelaba una convención abierta, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, no ha tenido más remedio que claudicar y reconocer que el empresario, que nunca ha ocupado un cargo político, "será el probable nominado".

Once meses después de lanzar su campaña, que los expertos consideraron una broma y un acto de vanidad de un magnate condenado a ser flor de un día, Trump toca casi con las manos la nominación para competir en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

En una entrevista con la cadena MSNBC, el multimillonario aseguró hoy que intentará unificar a su partido, reveló que baraja varios nombres de candidatos a vicepresidente y anticipó que será "una persona con experiencia política".

"Yo tengo talento en los negocios. Necesito a alguien que me ayude con legislación, que sea amigo de senadores", afirmó el otrora presentador del programa de telerrealidad "The Apprentice" (El Aprendiz), quien ha dominado la campaña republicana con un discurso de tintes ultranacionalistas, xenófobos y proteccionistas.

Trump precisó que integrará al comité para elegir a su compañero de candidatura al neurocirujano retirado Ben Carson, uno de los 16 aspirantes que, como fichas de dominó, cayeron en la pugna presidencial republicana ante el empuje del magnate.

Hillary Clinton, en el punto de mira

Con el punto de mira ya en Hillary Clinton, Trump atacó hoy a la aspirante favorita a la nominación presidencial demócrata, que salió derrotada en Indiana frente a su adversario, el senador por Vermont Bernie Sanders, pero conserva una amplia ventaja en la competición.

"No debería ni poder presentarse a las elecciones", aseguró el empresario neoyorquino, al criticar el escándalo del uso de un servidor privado para comunicaciones sensibles cuando la ex primera dama ejercía de secretaria de Estado (2009-2013).

En una entrevista con la cadena CNN, Clinton replicó hoy a Trump, a quien tildó de "tiro a ciegas", en referencia a su carácter imprevisible, y denunció su campaña "negativa, agresiva e intimidatoria".

"No creo que podamos correr el riesgo de que Donald Trump dirija el país", subrayó la ex secretaria de Estado, al insistir en que "los tiros a ciegas tienden a fallar".

"No compito contra él. Yo compito para ser presidenta" de Estados Unidos, agregó la ex primera dama.

Si las elecciones presidenciales "ya han empezado de alguna manera", como sugirió Trump este martes, el multimillonario tiene por delante una dura montaña que escalar para batir a Clinton, a tenor de una encuesta de intención de voto publicada hoy por la CNN.

De acuerdo con el sondeo, hecho del 28 de abril al 1 de mayo entre 1.001 adultos (890 de ellos, votantes registrados), el 54 por ciento de los consultados apoya a la ex secretaria de Estado, frente a un 41 por ciento que se decanta por el magnate.

Además, el 49 por ciento tiene una imagen positiva de Clinton, mientras el 56 por ciento percibe a Trump de forma negativa, según la encuesta, que se elaboró con un margen de error del 3,5 por ciento.

Todo apunta a que Estados Unidos vivirá una reñida batalla por la Casa Blanca y, vistos los ánimos de ambos contendientes, el comentarista político del diario The Washington Post Chris Cillizza dio hoy un consejo a los ciudadanos del país.

"Prepárense -escribió Cillizza- para la carrera presidencial más desagradable que ustedes hayan visto jamás".