El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado que visitará el 21 y 22 de marzo a Cuba. "El mes que viene, viajaré a Cuba para seguir con nuestros progresos y esfuerzos, que pueden mejorar las vidas de la población cubana", ha publicado en Twitter.

Obama ha confirmado que trasladará "directamente" al Gobierno de Raúl Castro las "diferencias" que aún persisten entre ambos países y ya ha adelantado que defenderá los Derechos Humanos.

"Hace 14 meses, anuncié que comenzaríamos a normalizar relaciones con Cuba y hemos logrado progresos significativos", ha destacado en sus mensajes.

Esta visita a Cuba será la culminación del proceso de normalización de relaciones anunciado por las administraciones cubana y estadounidense en 2014, y la primera vez que un presidente de EE.UU. en activo pisa territorio cubano desde el viaje de Calvin Coolidge en enero de 1928.

En esa ocasión, con motivo de la sexta Conferencia Internacional Anual de Estados Americanos que se celebraba en La Habana, Coolidge fue recibido por el entonces presidente de Cuba Gerardo Machado.

Coolidge fue el último presidente y el único en la historia de EE.UU. que visitó Cuba durante su mandato, ya que el demócrata Jimmy Carter ha viajado a la isla en dos ocasiones (2002 y 2011), pero varias décadas después de abandonar la Casa Blanca.

El pasado mes de diciembre, Obama ya adelantó en una entrevista con el portal Yahoo que esperaba poder visitar Cuba en 2016, en su último año de mandato, pero que solo haría ese viaje si se daban las condiciones para reunirse con disidentes en la isla.

"Si voy de visita (a Cuba), parte del trato es que voy a poder hablar con todo el mundo", explicó Obama en la entrevista, realizada en vísperas del que fue el primer aniversario del anuncio del inicio del proceso de normalización de las relaciones entre EE.UU. y Cuba.

"He dejado muy claro en mis conversaciones directas con el presidente (Raúl) Castro que continuaríamos los contactos con aquellos que quieren ampliar el alcance de la libertad de expresión dentro de Cuba", afirmó.

Obama insistió entonces en que estaba "muy interesado" en visitar Cuba y precisó que tomaría una decisión al respecto "en los próximos meses".

"Si, de hecho, puedo decir con confianza que estamos viendo progresos en la libertad y posibilidades para los cubanos de a pie, me gustaría usar una visita como una forma de enfatizar ese progreso", indicó el presidente.

En el marco del restablecimiento de relaciones, mismo Cuba y EE.UU. rubricaron un histórico acuerdo sobre aviación civil que permitirá una conexión regular de vuelos comerciales entre ambos países por primera vez en más de cincuenta años.

El acuerdo representa un potencial de decenas de conexiones diarias de ida y vuelta, con 20 vuelos al día a La Habana y 10 vuelos diarios al resto de aeropuertos en la isla, unas rutas que durante 5 décadas solo han sido operadas por compañías chárter, que podrán seguir funcionando como hasta ahora.

A partir de la firma del acuerdo se abre el proceso de licitación para que las aerolíneas estadounidenses presenten sus solicitudes al Departamento de Transporte para las rutas que les gustaría operar, proceso que los funcionarios norteamericanos esperan que culmine lo antes posible.

Además, en el último año Cuba y EE.UU. también reabrieron sus respectivas embajadas y firmaron convenios sobre protección medioambiental y para restaurar el servicio postal directo.

Un tema que obstaculiza la normalización plena es el embargo económico que pesa sobre Cuba y cuyo levantamiento completo depende del Congreso de EE.UU., aunque Obama ha tomado medidas ejecutivas para flexibilizar los viajes y algunas transacciones comerciales.

El propio Obama afirmó que el embargo económico impuesto por su país a Cuba es "el legado de una política fallida", y urgió al Congreso a que lo levante, una petición que ha reiterado en varias ocasiones.