El presidente francés, François Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, celebraron este domingo un encuentro informal en Estrasburgo para preparar los temas de la próxima cumbre europea, como la crisis de los refugiados y la negociación para el referéndum británico sobre su permanencia en la UE.

Hollande y Merkel se reunieron a partir de las 17.30 locales (16.30 GMT) en el palacete de la Prefectura de Estrasburgo, para hablar en cara a cara antes de desplazarse hasta un restaurante de cocina alsaciana, el Pont Corbeau, a iniciativa del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

El objetivo, según explicó el Elíseo, es discutir los principales asuntos de la agenda del Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas los próximos 18 y 19 de febrero.

Una cumbre que estará centrada en la negociación con el Reino Unido para evitar su salida de la UE (el llamado 'brexit'), pero también en la crisis de los refugiados.

París y Berlín mantienen una gran convergencia de posiciones sobre cómo abordar las exigencias del primer ministro británico, David Cameron, para organizar el referéndum sobre su permanencia o no en la Unión Europea.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentó el martes una propuesta de acuerdo con el Reino Unido, que incluye concesiones como permitir a Londres limitar los beneficios sociales de ciertos trabajadores comunitarios en su territorio.

Otra cuestión en las conversaciones Hollande-Merkel es el problema de los refugiados, y la voluntad de regular los flujos de personas que atraviesan el Mediterráneo y entran en Europa.

Sus dos gobiernos han advertido de que el descontrol en las fronteras exteriores de la UE constituyen una amenaza para el Tratado de Schengen de la libre circulación de personas en Europa.

La misma Merkel dijo este sábado que hay que "proteger nuestras fronteras exteriores porque queremos mantener Schengen" porque en caso contrario se pone "en peligro la zona de libre circulación en el mercado común, que es un fundamento" del bienestar europeo.

El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, estuvo de visita en Grecia y en Turquía para ver cómo actúan esos dos países para poner coto a las entradas descontroladas de inmigrantes y refugiados en Europa desde el otro lado del Mediterráneo.

Cazeneuve consideró que la crisis migratoria necesita una respuesta europea, y eso significa poner rápido en marcha los dispositivos para controlar los flujos de entrada porque "el desorden y el caos solo pueden llevar al fin de Schengen".

El Elíseo, que advirtió de que no está previsto que haya declaraciones al término de la entrevista, había señalado que antes de la cena, Hollande y Merkel podrían aprovechar para examinar otras cuestiones de la actualidad internacional.

Francia y Alemania están entre los numerosos países que condenaron este domingo lo que parece un nuevo desafío a la comunidad internacional de Corea del Norte, al lanzar por segunda vez un satélite al espacio, lo que se considera un ensayo de misiles encubierto.

La cita de Estrasburgo es una repetición de otra muy similar organizada también por Martin Schulz el 30 de enero de 2015.

Fuentes de la Eurocámara explicaron que su presidente ha querido así reproducir un esquema que "se consideró útil" para "facilitar el diálogo entre dos socios clave" de la Unión Europea.