El balance de víctimas mortales del ataque llevado a cabo el sábado por la secta islamista Boko Haram en la localidad nigeriana de Dalori, ubicada en los alrededores de Maiduguri, capital del estado de Borno (noreste), ha ascendido a 86, según han informado las autoridades.

El coordinador de área de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias, Mohamed Kanar, ha detallado que, además de los 86 cadáveres recuperados, más de 70 personas están siendo atendidas en hospitales de la zona.

Los miembros de Boko Haram han quemado la localidad hasta los cimientos, con adultos y niños en su interior, de acuerdo con los testigos, algunos de los cuales han logrado regresar a sus casas para recuperar sus pertenencias.

Varios residentes han asegurado que el Ejército no llegó a la ciudad a tiempo para poner fin al ataque de la secta islamista, lo que permitió a los milicianos masacrar a la población, según ha informado el diario nigeriano 'Punch'.

Las autoridades militares han confirmado además que uno de los lugares atacados fue un campamento para desplazados que acoge a cerca de 15.000 personas, la mayoría mujeres y niños.

El ataque ha sido condenado por el presidente, Muhamadu Buhari, quien ha asegurado que se trata de un "intento desesperado" de Boko Haram de "crear el caos" en respuesta a su "derrota" ante el Ejército.

"No van a contribuir a otra cosa que a crear más caos. Están tan desesperados por conseguir avergonzar al gobierno y a la población que no tienen escrúpulos a la hora de atacar comunidades aisladas y mercados", ha remachado.

Boko Haram --que significa "la educación occidental es pecaminosa" en idioma hausa-- lucha por imponer la versión más radical de la 'sharia' o ley islámica en Nigeria.

La organización terrorista, que ha jurado lealtad al grupo yihadista Estado Islámico, ha perpetrado atentados en Chad, Camerún y Níger, países que participan en la operación contra sus milicianos en Nigeria.