El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, podría imponer un reemplazo generacional en las élites del país el año que viene, con motivo del primer congreso en 36 años del Partido de los Trabajadores, pronosticó hoy un instituto de investigación en la vecina Corea del Sur.

En el congreso de mayo, el séptimo de la historia y el primero desde 1980, "se anunciará una nueva lista de las élites de poder en el gobierno de Kim Jong-un", señala en un informe el Instituto para la Unificación Nacional de Corea (KINU), un grupo de opinión en Seúl financiado por el Gobierno surcoreano.

En el congreso se podrá observar, según la predicción del KINU, "la irrupción en el poder de las generaciones tercera y cuarta de la revolución" en el Estado fundado en 1948 por Kim Il-sung, abuelo del actual líder.

Este instituto sostiene que las nuevas generaciones tomarán el testigo tras "la retirada en conjunto de la segunda generación revolucionaria encabezada por Choe Ryong-hae".

Choe Ryong-hae, de 65 años, es el hijo del histórico revolucionario Choe Hyong y uno de los mayores protagonistas de la "segunda generación" afín a Kim Jong-il, el fallecido padre del líder.

Choe, considerado "número tres" del régimen y hombre de confianza de Kim Jong-un, permanece desaparecido de la escena pública desde hace más de un mes, lo que ha llevado a los expertos a pronosticar que ha caído en desgracia e incluso se cree que podría haber sido enviado a un programa de reeducación.

Cuando Corea del Norte anunció, a finales de octubre, la convocatoria del nuevo congreso del Partido adelantó que se producirán cambios orientados a hacer realidad "la construcción de una nación socialista próspera", una de las consignas más repetidas desde que el joven Kim Jong-un asumiera el poder a finales de 2011.

Aunque Pyongyang no ha ofrecido detalles sobre estos posibles cambios, los expertos en Corea del Sur han ofrecido diversos pronósticos, entre ellos que el régimen podría anunciar una reforma del sector financiero para dar un impulso a su economía.

En el último congreso celebrado en octubre de 1980 el entonces presidente de Corea del Norte, Kim Il-sung, designó como sucesor al frente del régimen a su hijo Kim Jong-il, fallecido en 2011 y padre del actual líder.