Las autoridades alemanas cancelaron este martes a última hora el partido de fútbol amistoso que iba a enfrentar a Alemania y Holanda en Hannover ante el temor a que se produjese un atentado yihadista como los ocurridos el viernes en París, aunque por el momento no se han hallado explosivos.

El responsable de Interior del estado federado de Baja Sajonia, Boris Pistorius, afirmó que, aunque el operativo policial sigue en marcha, las fuerzas de seguridad no se han incautado de ningún artefacto ni se ha practicado ninguna detención.

No obstante, el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, justificó la decisión "dura" y "amarga" de suspender el encuentro por la serie de indicios que se habían ido acumulando a lo largo de la tarde en Hannover.

De Maizière, por su parte, habló de "buenas y amargas razones" para la suspensión del encuentro, aunque no dio más detalles porque "se trata de la seguridad nacional" de Alemania.

La decisión ha sido "dura", pero "en tan difícil situación tiene prioridad de seguridad de la gente", argumentó.

El ministro reconoció que la decisión se había tomado "tarde" -hora y media antes del inicio del partido y con espectadores ya en el estadio- pero explicó que los indicios se habían ido consolidando a lo largo de la tarde y que "no fue posible antes".

"Los indicios se han consolidado de tal manera" que, "tras una cuidadosa reflexión" y para garantizar "la protección de las personas", se ha decidido cancelar el partido que iba a tener lugar en el IDH Arena.

Anteriormente, el jefe de Policía de Hannover, Wolker Kluwe, aseguró en declaraciones a la televisión pública "ARD" que había "indicios concretos" de un posible ataque terrorista con "explosivos".

El responsable de policía agregó que, como las puertas del estadio llevaban sólo 20 minutos abiertas, decidieron no dejar entrar a nadie más y evacuar a los aficionados que ya habían entrado, acción que transcurrió sin incidentes.

La policía animó además por megafonía a los aficionados a regresar a sus domicilios y evitar "grandes concentraciones" humanas cerca del estadio o en otros lugares como estaciones de trenes.

Estaba previsto que presenciaran el encuentro la canciller alemana, Angela Merkel, así como sus ministros de Economía, Sigmar Gabriel, e Interior, Thomas de Maizière.

Ninguno de los tres políticos se encontraba en el estadio cuando se procedió a su evacuación y la canciller voló de inmediato de vuelta a Berlín.

Además, la policía llevó a la selección alemana a "un lugar seguro" después de que se cancelara el amistoso según explicó el portavoz de la DFB, Jens Grittner, en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la selección holandesa, que iba en autobús hacia el estadio, regresó a su hotel cuando se conoció la cancelación del partido: "Estamos consternados pero ahora estamos en un sitio seguro", dijo el defensa Joel Veltmann al canal holandés AT5.

Los jugadores de Holanda en el momento en el que abandonaban el estadio de Hannover. FOTO: EFE

Se trata del segundo encuentro amistoso entre selecciones europeas suspendido tras los atentados de París del viernes, en los que murieron 129 personas, tras la cancelación del Bélgica-España que se iba a celebrar este martes.

El alcalde de Hannover, Stefan Schostok, aseguró al Servicio de Información Deportiva: "La seguridad es prioritaria. Confío en la policía, que aquí ha tomado la decisión correcta. Cuando hay una situación de peligro, entonces deben darse estos pasos".

El estado de amenaza en Hannover llevó a las fuerzas de seguridad a cerrar parte de la estación central de trenes tras hallarse en las cercanías un "objeto sospechoso" y a desalojar la sala de conciertos TUI Arena, que tras la alerta finalmente sí que acogió el concierto de The Söhne Mannheims que tenía programado.

Fuerzas de seguridad, en la estación central de Hannover. FOTO: REUTERS

Estos sucesos tienen lugar en el contexto de la alerta antiterrorista en Europa por los atentados perpetrados el pasado viernes en París por ocho milicianos del Estado Islámico. Entre los objetivos estaban el estadio de Saint Denis y la sala de conciertos Bataclán.

El viernes por la noche un comando de hasta ocho terroristas del Estado Islámico llevó a cabo una serie de atentados en distintos puntos de París, incluido el estadio de Saint Denis, cuando se estaba disputando el partido entre Francia y Alemania.