Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) acordaron este viernes el plan de acción con Turquía para contener la llegada de refugiados a territorio comunitario, y prometieron concretar en las próximas semanas sus contribuciones financieras para hacer frente a la crisis.

"Hemos acordado esta noche el contenido exacto de este plan de acción común" con Turquía, que la Comisión Europea pactó con el Gobierno turco este jueves en Ankara, anunció el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker al término del encuentro.

Este plan tiene como objetivo asegurar que los refugiados que están en Turquía se queden en ese país y evitar que estas personas viajen hacia la UE, agregó, al tiempo que destacó que la financiación que el bloque comunitario está dispuesta a conceder al país será objeto de discusión en los próximos días.

La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que los Estados miembros han discutido hoy conceder 3.000 millones de euros a Turquía a cambio de esa contención de refugiados, y consideró que esa cantidad se correspondería con el reparto de la carga financiera si se tiene en cuenta lo que Turquía lleva gastado en la acogida de los refugiados en los últimos tres o cuatro años.

La canciller reconoció, eso sí, que "la Comisión Europea sola con el presupuesto de la UE no puede" cubrir ese total, por lo que se ha discutido de lo que los Estados miembros pueden contribuir.

El presidente francés, François Hollande, indicó que "no se ha fijado una cantidad, dado que esto se discutirá en las próximas semanas", y destacó que lo importante no es "dar dinero, sino saber qué efecto tienen estos fondos".

Éstos, a su juicio, "deben facilitar la vida de los refugiados en Turquía" con la construcción de centros de refugiados en territorio turco y el refuerzo del control en las fronteras.

"En el plan de la CE hay 500 millones de medios propios para asegurar unas primeras acciones", informó Hollande.

Esta cantidad es el máximo que la institución ha encontrado disponible en el presupuesto europeo, por lo que el resto de los fondos tendrán que provenir de las arcas de los países.

Ankara había puesto además mucho interés en que la UE agilizase el proceso de liberalización de visados para sus ciudadanos a cambio de cooperar con los Veintiocho frente a la crisis.

Juncker dijo que "el proceso de liberalización de visados será acelerado", pero recalcó que "esto no significa que vayamos a salirnos de los criterios básicos" ni que se vayan a aceptar otras reglas para Turquía.

"Evaluaremos el progreso en la primavera de 2016", añadió.

Hollande subrayó que no podrá haber liberalización de visado "si no hay controles, condiciones que sean respetadas por Turquía".

Agilizar las solicitudes de asilo

Bruselas y Ankara también trataron la apertura de alrededor de cinco capítulos del proceso de adhesión de Turquía, así como su inclusión en la lista de países seguros, una medida dirigida a agilizar el proceso de evaluación de las solicitudes de asilo.

Merkel afirmó que estas cuestiones no fueron tratadas en profundidad en la reunión de líderes de hoy, aunque se mostró abierta a la inclusión de Turquía en esa lista de países seguros, siempre que se analice de forma individual cada caso y se tenga en cuenta la situación de los ciudadanos kurdos.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reclamó "una respuesta responsable y adecuada" de Turquía y dijo que debe aplicarse "el principio más por más".

En cuanto a la financiación para apoyar a los refugiados, Juncker dijo que su objetivo era lograr que los países volvieran a las promesas de financiación que realizaron el pasado 23 de septiembre porque las contribuciones concretas hasta ahora han sido muy bajas y faltan 2.300 millones de lo que prometieron.

"Los países han prometido hoy corresponder esas promesas", aseguró, y dijo que lo harán en las próximas semanas porque sería "inaceptable" llegar a la cumbre de La Valeta con los países africanos sin haberlo hecho.

Los Veintiocho se comprometieron además a proteger mejor las fronteras exteriores de la UE y a mejorar los procesos de identificación y toma de huellas dactilares de los demandantes de asilo a través del envío de cientos de expertos a la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) y del refuerzo de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex).

Frontex avanzará en los próximos meses para convertirse en una agencia más operativa que pueda repatriar inmigrantes irregulares sin derecho a asilo y participar más activamente en la protección de las fronteras.