Las autoridades danesas ordenaron hoy suspender de forma indefinida el tráfico ferroviario con Alemania ante la llegada en los últimos días de cientos de refugiados, la mayoría sirios, procedentes del vecino país.

La medida afecta a las conexiones con Padborg, en el sur de la península de Jutlandia, y Rødbyhavn, en la isla de Lolland, trayectos en los que los trenes son transportados en ferry.

"La Policía nos ha dicho que solo los coches pueden subir a bordo del ferry entre Rødby y Puttgarden, lo que en la práctica significa que nuestros pasajeros solo pueden llegar hasta Rødby. Y nos ha pedido no cruzar la frontera en Padborg", dijo a la televisión pública DR un portavoz de Ferrocarriles Estatales Daneses, DSB.

Más de dos centenares de refugiados permanecen desde hace horas en dos trenes en Rødby, porque rechazan dejarse registrar por la Policía danesa y pretenden seguir viaje a Suecia, donde afirmar tener familia y donde la política de asilo es más favorable.

Los solicitantes de asilo han colgado carteles en las ventanas de los trenes en los que se lee, en inglés, "Dinamarca, no" y "Suecia", según las imágenes difundidas por la televisión pública danesa (DR).

Apelan a la política favorable a los refugiados de Suecia y a la presencia de familiares allí para no ser registrados en Dinamarca.

El mismo motivo esgrimieron las cerca de 300 personas, en su mayoría sirios e iraquíes, que hace horas abandonaron la escuela de Frøslev, en el sur de Jutlandia, para emprender viaje a pie por la autopista hasta el país vecino, a más de 200 kilómetros, lo que ha obligado a las autoridades a cortar un tramo al tráfico.

Tras la decisión de Alemania de permitir el paso de solicitantes de asilo sirios, Dinamarca ha recibido en las últimas 72 horas a cerca de 1.500 refugiados, casi la mitad de la cifra registrada en todo septiembre del año pasado.

De ellos, solo una pequeña parte ha pedido asilo en este país, mientras otros permanecen en centros de acogida y varios centenares han desaparecido, previsiblemente dirigiéndose al país vecino.

El Gobierno danés ha mantenido contactos con las autoridades suecas para buscar una solución, aunque Estocolmo ha recordado que la normativa de Dublín, que regula la política de asilo de la UE, obliga a Dinamarca a hacerse cargo de ellos.