Cientos de refugiados que esperaban en las inmediaciones de la estación de tren de Gevgelija (Macedonia) rompieron este domingo el cordón de seguridad y consiguieron atravesar la frontera.

Los refugiados, que se encontraban desde hace días a la espera de coger un tren para llegar hasta Serbia, lograron sobrepasar la barrera custodiada por los agentes, que lanzaron granadas aturdidoras en un intento de disuadirlos.

Las regiones fronterizas de Macedonia están bajo estado de emergencia debido a la masiva llegada en los últimos días de indocumentados que pretenden atravesar el país para llegar al centro de Europa.

Unos 300 inmigrantes han partido este sábado de la localidad de Gevgelija, en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde la situación se encuentra ya bajo control tras la tensión vivida este viernes entre los inmigrantes que querían cruzar y la Policía macedonia, que empleó granadas aturdidoras. Sin embargo, la frontera sigue técnicamente cerrada.

En las últimas horas se ha dado preferencia al paso de colectivos vulnerables como embarazadas, familias con hijos y enfermos. Así, a las 5.15 horas de esta mañana ha partido un tren de la estación de Gevgelija con unos 300 inmigrantes, informa la agencia de noticias macedonia MIA.

El viernes se permitió el paso a cientos de inmigrantes en coordinación con la llegada de trenes a la estación de Gevgelija. Miles de refugiados sirios, afganos e iraquíes, mayoritariamente, están atrapados en tierra de nadie en su intento de llegar a otros países europeos, principalmente por tren para llegar a Tabanovce, en la frontera con Serbia.

Miles de inmigrantes se encuentran en la zona tras el decreto de emergencia macedonio que ha supuesto el cierre efectivo de la frontera. Hasta esta zona han llegado diariamente entre 1.500 y 2.000 personas en las últimas semanas, diez veces más que el número habitual previo al verano y se han ido acumulando en una estación de tren cercana al lugar de los incidentes, el punto de control fronterizo de Gevgelija.

Macedonia se ha declarado incapaz de lidiar con el flujo de refugiados; una situación agravada por las tensiones históricas de los últimos 20 años con Grecia, ya que ambos países están involucrados en una disputa por el nombre de Macedonia. La antigua república yugoslava reclama el nombre para sí, mientras que Grecia reivindica el nombre de Macedonia para una región del norte de su territorio. Además, las autoridades griegas trasladan a los inmigrantes que llegan a través del Egeo directamente a la frontera con Macedonia.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Cruz Roja han enviado efectivos al lugar para ayudar a los inmigrantes y la Policía macedonia ha repartido agua y otros suministros. La ONU pedido al Gobierno macedonio que, al menos, abra sitio en la frontera para permitir que los inmigrantes no sufran problemas de espacio.