Ya son 49 los fallecidos en el barco de inmigrantes rescatado ayer frente a las costas de Libia, según ha informado la Guardia Costiera italiana, mientras los 312 supervivientes de la tragedia llegarán mañana al puerto siciano de Catania a bordo del barco noruego 'Siem Pilot'.

De los fallecidos se ha confirmado ya que al menos 40 fallecieron encerrados en la bodega del barco por inhalación de los vapores de combustible.

Las autoridades no esperan que la cifra aumente en las próximas horas toda vez que se ha completado el recuento de víctimas y supervivientes antes de ser transferidos al barco noruego.

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Aviso al barco "Cigala Fulgosi"

Esta nueva tragedia en las aguas del Mediterráneo se produjo a primera hora de la mañana del sábado, cuando un helicóptero de la Marina Militar italiana avistó esta embarcación, que se encontraba "en dificultad" y que "ya había comenzado a hundirse", tal y como aseguró el almirante Pierpaolo Ribuffo.

Fue entonces cuando se dio el aviso de alarma y el barco "Cigala Fulgosi" de la Marina, que navegaba en las inmediaciones, se desplazó hasta el lugar para iniciar las labores de rescate.

Cuando miembros de la Marina comenzaron a poner a salvo a los ocupantes del pesquero, descubrieron que muchos de ellos viajaban en la bodega, localización reservada para quienes pagan menos a las mafias de tráfico de personas para llegar a Europa y donde precisamente estaban los cerca de cuarenta cuerpos sin vida.

"Encontramos una escena de gran impacto emocional: había varios cadáveres inmersos en agua, restos de combustible y excrementos humanos", lamentó el comandante Tozzi.

La causa más probable del deceso de estas personas, según las sospechas de la Marina Militar, es que murieran "por asfixia", aunque las circunstancias aún deben ser esclarecidas.

Los supervivientes han sido sometidos a reconocimiento médico y actualmente se encuentran a bordo de las naves de la Marina italiana, a la espera de ser trasladados a algún puerto del sur país del país, adonde llegarán previsiblemente mañana.

Se trata de la enésima tragedia que sucede en el Mediterráneo dentro de la crisis migratoria sin precedentes que afecta a Europa.

Llamamiento

El ministro del Interior de Italia, Angelino Alfano, reiteró hoy su llamamiento a la comunidad internacional para que ponga en marcha acciones que solucionen este problema y que eviten que vuelvan a repetirse dramas como este.

"La crisis en Libia es un volcán activo que se encuentra no frente a Italia, sino a Europa", insistió Alfano en rueda de prensa, y añadió que "o la comunidad internacional pone en marcha acciones para evitar la crisis en Libia o esta tragedia no será la última".

Libia se encuentra inmersa en una crisis desde la caída del régimen del dictador fallecido Muamar el Gadafi y se ha convertido en el principal punto de salida hacia Europa para quienes intentan huir de la escalada de violencia en la región o en sus países de origen.

La Agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, denunció hoy que "el número de muertes que se suceden en el Mediterráneo es extremadamente alto y absolutamente inaceptable".

Desde que comenzara el 2015, han muerto 2.030 personas en el Mediterráneo, según denunció recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), mientras que el pasado año fallecieron 1.607.

Además, el número de inmigrantes que han cruzado el Mediterráneo en lo que va de año para llegar a Europa se sitúa ya en 237.000 y ha superado el total de los que consiguieron cruzar el pasado año, cuando lo hicieron 219.000 inmigrantes, según datos de la OIM.

La Comisión Europea ha pedido una respuesta global y conjunta con los países de origen y tránsito a la crisis migratoria del Mediterráneo y valentía para llevar a la práctica las medidas que ya se han acordado a escala comunitaria.

"Es muy fácil llorar delante de la televisión cuando se ven estas tragedias, pero es más difícil levantarse y asumir responsabilidades", declararon en un comunicado conjunto el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans; la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopulos.