El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, han acordado abordar la inmigración ilegal tras la crisis desatada en el puerto francés de Calais por los intentos de decenas de personas de llegar a Inglaterra a través del eurotúnel.

Cameron telefoneó anoche al mandatario galo, con el que analizó la situación en Calais y en particular en la terminal de Coquelles, donde cada noche numerosos inmigrantes intentan entrar en el túnel que une Francia e Inglaterra por debajo del canal de La Mancha, se indica en un comunicado de Downing Street.

Los dos líderes expresaron su preocupación por los actuales "retos de seguridad" y reiteraron su compromiso de "seguir trabajando juntos para abordar los problemas que plantea la inmigración ilegal".

Ambos acordaron también colaborar con la concesionaria Eurotunnel, que opera las conexiones ferroviarias en el canal, para vigilar la zona mientras que funcionarios de franceses y británicos analizarán en los próximos días más medidas para mejorar la situación.

Cameron anunció ayer que el Reino Unido enviará "más perros adiestrados, más vallas y más asistencia" para reforzar la seguridad en Calais, donde más de 3.500 inmigrantes indocumentados han tratado en la última semana de entrar al eurotúnel para llegar a Inglaterra.

El primer ministro conservador, muy presionado por los condados y sectores económicos afectados, declaró que la situación en Calais es "inaceptable" y reconoció que se debe "trabajar más a fondo" para solucionarla, aunque admitió que puede alargarse durante el verano.

"Al otro lado de la frontera hay gente que está intentando entrar en este país de forma ilegal, y aquí, en el Reino Unido, tenemos a conductores y veraneantes sufriendo las consecuencias", agregó.

El Gobierno francés ha enviado 120 agentes de policía para reforzar la seguridad en la zona, mientras que Londres ha anunciado la inversión de 7 millones de libras (unos 10 millones de euros) en la construcción de un área de protección para camiones con destino al Reino Unido y la erección en Coquelles de una valla de seguridad más fuerte que la actual.