La izquierdista Syriza, liderada por Alexis Tsipras, se alza con una clara victoria en las elecciones generales celebradas este domingo en Grecia al obtener el 36,37 % de los votos. Syriza logra así 149 escaños, a dos de la mayoría absoluta.

Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro Andonis Samarás, obtuvieron un 27,81 % de los votos, lo que supone 76 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,29 % de los sufragios y 17 escaños. Le siguen los centristas del nuevo partido de centro To Potami (El Río), con un 6,04 % de los votos y 17 escaños.

Así quedaría el reparto de escaños en el Parlamento heleno. La mayoría absoluta está en 151:

A continuación se sitúan los comunistas del KKE, con el 5,50 % y 15 escaños, los Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,73 % y 13 escaños, y el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro Evángelos Venizelos, con un 4,66 % de los votos, que se traduce en 13 escaños.

Fuera del Parlamento se queda el partido del exlíder de Pasok y antiguo primer ministro Yorgos Papandreu.

El líder de la formación izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, vencedor de las elecciones, afirmó que "el pueblo le ha dado un mandato claro", que supone que Grecia cambia de rumbo y "deja la austeridad tras cinco años de humillación".

En una declaración en la Universidad de Atenas, Tsipras afirmó que la decisión del pueblo griego hace que la troika de acreedores "sea pasado".

El líder izquierdista dijo que es consciente de que el pueblo no le da un cheque en blanco "sino un mandato para reorganizar el país".

Tsipras tendió la mano a los que no le han votado y afirmó que en estas elecciones no hay "ni vencedores ni vencidos" y que formaría un gobierno "para todos los griegos".

"Hoy perdió la Grecia de los oligarcas y de los corruptos", dijo Tsipras, quien afirmó que "hoy ganó la Grecia del trabajo, del conocimiento y de la cultura".

"Ganó la Grecia que lucha y tiene esperanza", agregó el líder izquierdista entre los vítores de sus seguidores, que lanzaron fuegos artificiales.

En clave europea, Tsipras afirmó también que su victoria es también "la de todos los pueblos de Europa que luchan contra la austeridad que destroza nuestro futuro común".

"El nuevo Gobierno negociará con nuestros socios europeos", dijo Tsipras, quien afirmó que presentará su propio plan de reformas "sin nuevos déficit pero tampoco sin un superávit irrealizable".

"El nuevo gobierno desmentirá a todos los que ven destrucción -dijo Tsipras-. No habrá desastre, ni tampoco sumisión. Nuestro objetivo desde el primer día es restablecernos de las consecuencias de la crisis".

"Pero antes de todo, el pueblo debe recobrar su dignidad, el optimismo, la sonrisa...ese es el mensaje primordial", añadió.

Programa económico

El responsable del programa económico de Syriza, Yannis Miliós, afirmó que el programa acordado entre el primer ministro griego en funciones, Andonis Samarás, y el Eurogrupo "está muerto".

"Supongo que Gikas Jardúvelis -ministro de Finanzas en funciones- se limitará en el Eurogrupo a discusiones de carácter técnico, pues el programa que había acordado Jardúvelis como representante de Samarás ya está muerto".

"Reconocemos nuestras obligaciones frente a las instituciones europeas y los tratados europeos. Estos tratados prevén unos objetivos fiscales que deben respetarse, pero no las medidas para conseguirlos", dijo.

Samaras, el derrotado

El primer ministro griego y líder del partido Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha felicitado telefónicamente al líder de Syriza, Alexis Tsipras, por su victoria en las elecciones legislativas de Grecia, según recoge el diario 'Kathimerini', que cita a un portavoz de la formación de Tsipras.

En una comparecencia posterior ante los simpatizantes de Nueva Democracia, Samaras ha reconocido que el resultado electoral "no es satisfactorio". En ese sentido, ha destacado que Nueva Democracia solo ha perdido dos puntos con respecto a las elecciones de 2012.

En cualquier caso, el líder conservador ha afirmado tener la "conciencia tranquila" por la labor de gobierno desarrollada. "Mi conciencia está limpia. Recibí un país que estaba casi destruido, una patata caliente. Mucha gente decía que no aguantaríamos, pero lo hicimos. Hemos sacado al país del déficit, de la recesión", ha afirmado.

Samaras ha ido más allá y ha reivindicado incluso que su gobierno "ha restaurado la confianza del país y sentado las bases para el desarrollo y la salida definitiva de la crisis".