El Estado Islámico ha liberado este sábado a alrededor de 350 personas de religión yazidí, y los ha enviado a la zona controlada por las milicias kurdas para que se hagan cargo de ellos.

Todos los liberados son discapacitados, ancianos o enfermos. También se incluyen varios niños gravemente enfermos, según ha asegurado un corresponsal de la agencia Reuters en la ciudad iraquí de Kirkuk, controlada por los kurdos.

Uno de los ancianos liberados ha revelado que fueron obligados a meterse en varios autobuses, momento en el que todos pensaron que iban a ser ejecutados. En cambio, fueron conducidos a la ciudad de Shirqat, controlada por los yihadistas, y tras pasar la noche fueron liberados en Hawija, al suroeste de Kirkuk.

Los liberados que han conseguido llegar hasta Kirkuk vivirán a partir de ahora en campos de refugiados del Kurdistán iraquí. También se encuentran ahí diversas minorías étnicas y religiosas de la zona así como suníes de raza árabe que fueron evacuados por no aceptar la autoridad de los yihadistas.

Los yazidíes son una comunidad religiosa que creen en Melek Taus, el arcángel a quien las religiones abrahámicas de Oriente Próximo han identificado con Satán. Este motivo ha llevado a los fundamentalistas islámicos a cometer exterminios contra la población yazidí en varios momentos de la historia.

El Estado Islámico se hizo con el control de varias ciudades de mayoría yazidí y obligó a sus habitantes a elegir entre convertirse al islam o ser ejecutados. Las mujeres yazidíes fueron obligadas a casarse con milicianos islamistas y un gran número de niños varones fueron llevados a campos de entrenamiento para ser adiestrados como soldados de la yihad.