Jean Claude Juncker (Luxemburgo, 1954) comienza este sábado su mandato al frente de la Comisión Europea. La asociación que forman los 28 vive uno de sus momentos más cruciales, marcada por una salida todavía incierta de la crisis, el ascenso de los movimientos populistas, las arduas negociaciones con Estados Unidos para un acuerdo comercial y las crecientes dificultades en las relaciones con Rusia. A continuación, desgranamos los retos más importantes de Juncker y de la Comisión Europea en los próximos años.

-Crisis económica

La amenaza de una tercera recesión, influida por la desaceleración de las economías de Francia y Alemania y el descenso de las bolsas, condiciona las propuestas económicas de la Comisión para dejar atrás la crisis. Juncker planteará un plan de inversión público-privada de 300.000 millones de euros en tres años como máxima prioridad con el fin de evitar que la economía europea recaiga.

-El papel de Alemania

Juncker deberá lidiar con los deseos e intenciones de Angela Merkel, renuente aún a aflojar las condiciones impuestas a todo el conjunto para enderezar el rumbo de la economía del continente. Merkel, introductora y defensora del concepto de austeridad, aún no ve claro el horizonte de estimular la producción con más inversión pública, como defienden otras voces.

-Ascenso de los extremistas

El poder de partidos como el Frente Nacional francés, Alternativa para Alemania o el UKIP británico está condicionando el discurso del resto de formaciones políticas, que ven como este ascenso de las tesis nacionalistas, partidarias de revisar el euro y las políticas de inmigración, está sacudiendo todo el espectro europeo. La nueva Comisión tratará de apaciguar este desapego.

-Políticas migratorias

Profundamente relacionado con el auge de los movimientos populistas aparecen las políticas migratorias. Desarrollar una que unifique los criterios de los 28 se perfila como un objetivo casi imposible. Países como España y, sobre todo, Italia, afrontan cada vez más problemas para controlar sus fronteras ante la llegada de miles de personas, en especial de África y Oriente Medio.

-La relación con el Reino Unido

El primer ministro británico, David Cameron, ha propuesto realizar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en 2017 si su formación, el Partido Conservador, vence en las elecciones generales de 2015. La marcha del Reino Unido tendría consecuencias negativas para el conjunto de la economía europea, aunque recientes sondeos indican que la población británica ha incrementado sus deseos de seguir vinculada a Europa.

-Acuerdo comercial con Estados Unidos

Washington y Bruselas llevan negociando desde hace casi dos años el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, que tiene como objetivos eliminar las barreras comerciales y los aranceles entre ambas partes, simplificando la compraventa de bienes y servicios entre estos dos espacios. El Tratado, según la UE, servirá para crear empleo y crecimiento, pero muchas voces de izquierda se oponen.

-Rusia y el gas

-El conflicto militar en Ucrania ha sacudido las relaciones con Rusia, un importante socio comercial para la UE pero en permanente recelo por lo que considera una intromisión de la OTAN en su antigua esfera de influencia. El suministro de gas desde Rusia a Alemania y Francia es básico para estos países.